Por Grupo SM
Acabo de leer una entrevista hecha a Francisco Mora, uno de nuestros más conocidos neurocientíficos, en la que identifica la inteligencia con la “memoria de trabajo” (working memory). No es el único que lo piensa. Estamos presenciando una reivindicación de la memoria. ¡Ya era hora!
Acabo de leer dos libros escritos por neurocientíficos – The Ravenous Brain, de Daniel Bor y el estupendo ¿Por qué a los niños no les gusta ir a la escuela?, de Daniel Willingham- y ambos remiten una y otra vez a la working memory. ¿Por qué le conceden tanta importancia?
Tradicionalmente se consideraba “memoria de trabajo” a la “memoria a corto plazo”, es decir, a la capacidad de mantener información presente mientras estamos realizando una tarea.
El ejemplo clásico era retener un número de teléfono mientras lo estamos marcando. Ahora el concepto se ha ampliado para designar también aquellos contenidos de la memoria a largo plazo que intervienen en esa actividad. Un ejemplo aclara la situación. Leed la siguiente fábula de Tolstoi:
”Un cuervo oyó que daban muy bien de comer a las palomas, por lo que se pintó de blanco y voló hacia el palomar. Las palomas pensaron que era también una paloma y lo recibieron bien. Sin embargo, no pudo contenerse y dio un grito como un cuervo. Entonces, las palomas comprendieron que era un cuervo y lo echaron del palomar. Regresó con los suyos, pero entonces éstos no lo reconocieron y tampoco la quisieron acoger”.
La fábula no ofrece ninguna dificultad de comprensión. Entendemos muy bien por qué el cuervo se pintó de blanco. Veamos ahora cómo ha funcionado la working memory. Al leer el texto, las palabras leídas se mantienen en la memoria permitiéndome captar el significado de las frases. Si desaparecieran en cuanto dejara de leerlas sólo tendría conciencia de la palabra a la que estoy atendiendo en ese instante.
Para los filósofos, recordaré que es lo que Husserl estudió en La conciencia del tiempo. Esta permanencia utilizable es memoria de trabajo. Pero funciona también de otra manera. Para entender la fabula he de comprender las palabras y también llenar huecos de información. ¿Qué significa en la primera frase la expresión “por lo que”?
Implica relación de causa a efecto. Pero, en este caso, significa que el cuervo pensó que si se pintaba de blanco podría comer tan bien como las palomas. Hemos hecho suposiciones sobre la intención del cuervo. Los niños autistas no comprenden esta fábula porque no comprenden las reacciones de otras personas. Carecen de lo que se llama “teoría de la mente ajena”.
Así pues, la memoria está presente en un hecho tan fundamental como es la comprensión, que es el acto fundamental del aprendizaje. No sólo necesitamos que en la memoria a largo plazo esté almacenada la información necesaria para la comprensión, sino que se “active”. Entonces se convierte en “memoria trabajadora”. En este momento, investigamos si se puede aumentar o si se puede mejorar. Ya os tendré informado de los resultados.
El próximo lunes quiero hablaros de un pedagogo interesante, Guy Claxton, y de su programa Building Learning Power (BLP). Considera que en vez de centrarnos en los aprendizajes concretos, deberíamos interesarnos en cómo “ampliar la capacidad de aprender”, es decir, formar una inteligencia que aprende más.
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