Estos son los diez
atributos y tareas -los 10 mandamientos- que debería seguir un buen ministro de
Educación.
1.
Dedicar los primeros
cien días de su mandato a visitar centros Infantil, Primaria y Secundaria para
tomar contacto con la escuela actual.
2.
Estudiar a
fondo aquellos factores e indicadores que en diversos países han contribuido a
promover el éxito escolar.
3.
Analizar qué puntos
están funcionando y qué otros no de la actual reforma (la LOE), antes de
plantear una nueva ley. Hacer lo mismo con los programas que están resultando
exitosos en distintas Comunidades Autónomas.
4.
Dedicar sus energías
a evitar tantos recortes que afectan al corazón de la equidad educativa y
a la calidad de la enseñanza. Y que entienda y a haga entender a quien
corresponda que la educación no es un gasto sino una inversión de futuro.
5.
Dejarse aconsejar por
buenos asesores antes de meter la pata con afirmaciones que hay que corregir a
la primera de cambio. El error es humano pero hay meteduras de pata que
claman al cielo. Además, el silencio, con frecuencia, suele ser una gran
virtud.
6.
Sustituir el monólogo
-demasiado extendido en los políticos- por el diálogo. Reunir a los Consejeros
Educación o a quien sea solo para dar órdenes es una pérdida de tiempo.
7.
Iniciar negociaciones
transparentes -con luz y taquígrafos-; y éstas no deben llevarse a cabo
únicamente con los poderes fácticos y con los amigos del Ministerio.
8.
Escuchar, sobre todo,
a los agentes de la comunidad educativa: profesorado, alumnado y madres y
padres de familia, porque son los colectivos más afectados y de ellos depende
que cualquier decisión de política educativa que tome llegue a buen puerto.
9.
Evitar las
provocaciones y confrontaciones que no hacen más que alterar y distraer de
otros asuntos de mayor calado, amén de impedir cualquier tipo de consenso. La
arrogancia no es una de las mejores virtudes que debe prodigar un ministro de
un ramo tan sensible como el de la educación.
10.
Mirar más al
presente-futuro que al presente-pasado, más aún si éste es tan oscuro que mejor
es olvidarlo.
Estos diez
mandamientos se resumen en dos:
1. Enterarse mejor de
cómo funciona la educación y cómo se proyecta en el futuro.
2. Dejar de marear la
perdiz con nuevas leyes y decretos y proteger mejor a la escuela pública de
tanto recorte.
fuente www.blogcanaleducativo.es
eSCUCHAR Y MANTENER UNA POSICIÓN INCLUSIVA ANTE LA DIVERSIDAD
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