Haciendo una excepción sobre las noticias sobre esclerosis múltiple, hoy va un post dedicado a los niños con diversidad y a esas personas que luchan día a día, por hacerles una vida más feliz.
A menudo no resulta sencillo para nosotros, los adultos, comprender el mundo de las vivencias infantiles y encontrar las palabras adecuadas para hablar con los niños. El diálogo puede ser especialmente difícil cuando hay que explicarles situaciones que despiertan el miedo en los propios adultos y que exigen de éstos un gran esfuerzo. Por eso es frecuente que se disimule o se oculte la enorme inseguridad, el sufrimiento y el desamparo que sienten los hijos de personas con enfermedad mental.
Sin embargo, los niños pequeños tienen la necesidad existencial de apoyarse en relaciones y vínculos seguros. Precisan mantener una relación de confianza con personas adultas de referencia que les sepan hablar, en la medida de lo posible, de un modo claro y abierto.
En principio, los niños desean saber que se les quiere, se les acepta, se les atiende, se les apoya y se les motiva; necesitan, en definitiva, un hogar emocional.
(Propiedad de © AstraZeneca Spain .Patrocinio: Fundación AstraZeneca)
Y un beso muy grande.
Jesús Santiago.
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