A lo largo de t
odo el trabajo realizado con las calles de nuestra localidad y de todas las salidas que hicimos, fuimos descubriendo lugares, calles y caminos que no tienen nombre. En muchos casos, a nosotros se nos ocurren maneras de llamarlos continuando en la línea de darle el nombre de la especie arbórea que impera en ese sitio.
De cada salida fuimos tomando nota de los que sería necesario nombrar de algún modo, así como propuestas que tuvimos que consensuar:
"Costa das ameixeiras" (Cuesta de los ciruelos)
"Monte dos piñeiros" (Monte de los pinos)
"Camiño dos eucaliptos" (Camino de los eucaliptos)
"Rúa das moreiras" (Calle de las moreras)
"Aparcadoiro dos liquidámbar" (Aparcamiento de los liquidámbar)
"Lugar das hortas urbanas" (Lugar de los huertos urbanos)
Ya apúntabamos en la entrada anterior, que descubrimos que ponerle nombre a las calles es algo que se hace en el Pleno del Ayuntamiento, a veces atendiendo a los antiguos usos delos sitios, otras como homenaje a alguna figura destacable, o bien por propuesta de los vecinos. En el caso que nos ocupa, y dado que se trata de espacios aún no urbanizados, por ahora tan sólo nos limitamos a hacer unas chapas con los nombres (similares a los de las calles "oficiales"recogidas nos planos). Las colocamos en sus lugares correspondientes y se las dimos a conocer las familias y demás compañeros del centro.
Para su elaboración, sobre placas de aluminio, se escribió el nombre de la calle acompañado de una ilustración alusiva. Para eso, y dado que todos los nombres hacen referencia a árboles, nos inspiramos en las imágenes del libro "
Los caminos de los árboles", de Pep Bruno y Mariona Cabassa, publicado en La Fragatina.
Como curiosidad, decir que cuando fuimos a colgar el cartel del "Monte dos piñeiros", un obrero del ayuntamiento que se encarga del cuidado de este lugar, le dijo a los niños/as que le parecía muy bien el nombre que le habían puesto, pero que le gustaría más "Monte de los niños y niñas", propuesta con la que concordaron nuestros pequeños, así que tuvimos que hacer una segunda placa.
En la visita a las huertas urbanas dejamos como regalo el correspondiente cartel.
Y dos niños que viven en la calle Xaquín Lorenzo, en la que hay moreras plantadas en las aceras, pidieron hacer una placa de "Calle de las moreras".
Porque acaba el curso, de lo contrario, acabaríamos haciendo placas para todas las calles de O Milladoiro y alredores.
Ahora como cierre, enviaremos una carta a la Alcaldía, junto con las fotografías del resultado de nuestro trabajo y las sugerencias de los escolares. Mientras duren las placas, esta será la aportación visible del trabajo realizado por los pequeños de la escuela infantil. El no visible, y más importante, es toda la huella que queda en los niños/as y en sus familias tras estas semanas de trabajo y disfrute intenso del entorno y del patrimonio natural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario