Figar vuelve a crear otro caos en el inicio de curso en Madrid, comienza a ser tradición:
El curso ya ha terminado, pero el siguiente se presenta cargado de dudas para padres, alumnos y profesores. El calendario escolar todavía no se ha publicado, los directores no saben con cuántos profesores van a contar y muchos alumnos de Bachillerato aún no tienen una plaza asignada. El proceso de admisión de los ciclos formativos de grado medio se ha abierto avisando un solo día antes a los centros, por lo que muchos alumnos interesados no han podido matricularse a tiempo. "Tememos un mal inicio de curso otra vez, que va a hacer prácticamente imposible una organización seria y profesional, que resulta imprescindible para el buen funcionamiento de los centros", estima Pilar de Los Ríos Murillo, presidenta de la asociación de directores que representa al 70% de los centros de secundaria. "Todo esto perjudica especialmente a los alumnos de la red pública".
Los docentes consideran que es imposible empezar las clases el 10 de septiembre, como prevé el borrador al que han tenido acceso. "Basta con saber lo que hay que hacer durante la primera semana, para darse cuenta de que es absurdo", afirma tajante de los Ríos. Y comienza a enumerar: pruebas extraordinarias, sesiones de evaluación, plazos de reclamación a las calificaciones, resolución, matriculación del alumnado, confección de grupos, ajuste de plantillas…"
"Es un desastre de planificación", valora José Luis López Pazos, portavoz de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA). "El año pasado empezaron a llamar a los interinos que tenían que cubrir las vacantes el día siguiente del inicio de las clases. ¿No pueden preverlo?", se pregunta el representante de las familias. "Entre unas cosas y otras pasan diez días arreglando todos los desaguisados".
Las listas de espera para cursar bachillerato en centros públicos es otra de las circunstancias que más movilizaciones está generando. "No se están autorizando nuevas aperturas de grupos en la mayoría de los centros porque no permiten la matrícula de nuevos alumnos", informa la presidenta de la asociación. "¿Crees que los padres que a estas alturas no sepan dónde van a estar matriculados sus hijos van a esperar hasta septiembre?", pregunta con ironía. Los que puedan permitírselo, llevarán a sus hijos a concertados". Casi 1.000 alumnos y sus respectivas familias se encuentran en esta situación según los cálculos de CC OO. "Las reiteradas manifestaciones de la Consejería de Educación sobre el derecho de los padres a la elección de centro educativo no se corresponden con la realidad", manifiesta de los Ríos.
El portavoz de CEAPA considera lógico que se terminen de reajustar los grupos en septiembre con los alumnos que aprueben en la convocatoria extraordinaria, pero no que aquellos que han superado el curso en junio tengan que esperar hasta después de vacaciones para saber en qué instituto podrán seguir estudiando. "Esta circunstancia afecta también al cupo de profesores", ilustra López Pazos. "Si no se sabe cuántos alumnos va a tener un centro, tampoco los docentes que se necesitan".
No solo los futuros alumnos de bachillerato se encuentran rodeados de incertidumbre. Aquellos que quieran cursar un ciclo formativo de grado medio tendrán que darse prisa para formalizar la matrícula. El día 30 de junio se comunicó a los centros que el plazo se abría del 1 al 7 de julio. "Un solo día antes", incide la presidenta de la asociación de directores. "Nosotros estamos informando a nuestros alumnos, pero aquellos que no estudien en un centro con formación profesional es muy probable que se enteren fuera de plazo". El portavoz de CEAPA es más tajante: "El problema de la Consejería es que, de forma deliberada, deja para julio todo aquello que pueda implicar una movilización".
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