martes, 27 de enero de 2015

¿Maestras insolidarias con las mujeres?





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¿Maestras insolidarias con las mujeres?

by Ángeles Abelleira e Isabel Abelleira

Chema Madoz
El fin de semana tuvimos ocasión de hablar en profundidad con una amiga maestra a la que hacía bastante tiempo que no veíamos, así le dimos un repaso a nuestras vidas y nos pusimos al día en cuanto a las inquietudes profesionales. Ella que es maestra de infantil desde hace casi treinta años, nos dijo que estaba viendo una precarización en nuestra profesión y unas reclamaciones sociales sobre la escuela que le estaban preocupando por todo lo que llevaban consigo.

Nos contó que días atrás una madre la acusó de insolidaria con las mujeres porque tuvo que llamarla para que cambiase al hijo que se había meado; ya por teléfono le dijo que acababa de conseguir un trabajo tras un largo período de paro y que, así de buenas a primeras, no podía decirle a su empleadora que tenía que salir para mudar al niño en el cole, ya que se arriesgaba a que echasen a la calle. Nuestra amiga, pese a que se quedó con mala conciencia, para ella el debate sobre cambiarle la ropa a los niños en las escuelas no tiene cabida, de no ser en los casos excepcionales, para lo que hay cuidadoras. Ella que empezó a trabajar cuando preescolar era para 4-6 años, esas cuestiones eran hechos aislados y a nadie se le pasaba por la cabeza que una maestra le cambiase pañales a los críos; más tarde, por las presiones sociales, metieron a calzador a los de 3 años en las escuelas de segundo ciclo, respondiendo más a las demandas que a una división acorde con la evolución de los niños/as. Así, las exigencias sobre las maestras de infantil se vieron incrementadas con esa petición que resurge cada comienzo de curso.
A nuestra amiga le quedó la acusación bullendo en cabeza, no porque quiera mudar críos, sino porque cree que habría que pensar en otra solución. Le duró hasta que fue a buscar comprensión en otra madre, en este caso una mujer profesora universitaria, siempre a la defensa de los derechos sociales, feminista, militante en grupos de izquierda, etc, quien le dijo que ella nunca entendió que la llamasen de la escuela para cambiar a sus niñas, que parecía mentira que hicieran eso, cuando la maestra también las curaba cuando llevaban un golpe, les sonaba los mocos, las calmaba cuando vomitaban y las consolaba cuando lloraban. Ella, a su manera, y desde su punto de vista, también la acusó de insolidaria. No supo qué decirle, excepto preguntarle qué hacía ella por sus alumnos universitarios más allá de lo estrictamente académico, ya estos jóvenes también están muy necesitados apoyos varios, o si por lo contrario, pensaba ella que las maestras de infantil son una categoría especial de docentes, entre cuyas labores se incluyen el asesoramiento psicológico a familias, limpieza del centro, aseo de los niños, decoración de interiores, etc.
Nos preguntaba esta maestra sí se nos verá como insolidarias, ahora que hay tanta falacia en cuanto a la liberación de las mujeres. Seremos nosotras insolidarias cuando los medios de comunicación no hacen más que mostrarnos a mujeres en puestos de poder, presumiendo de que para simultanear la carrera profesional y familiar, saltaron del paritorio al despacho dinamitando así lo que fueron conquistas históricas en los derechos laborales de las mujeres. Seremos nosotras insolidarias cuando se ponen todos los medios para que los niños pequeños estén más horas confinados en los centros que los presos de régimen abierto. Seremos nosotras insolidarias cuando incluso las empresas de pro, para favorecer el desarrollo profesional de las mujeres, se ofrecen a financiarle la congelación de óvulos para que pospongan el ser madres para cuando disminuya su potencial laboral. Seremos nosotras insolidarias cuando las mujeres con medios buscan madres de día como alternativa para el cuidado de sus pequeños. Seremos nosotras insolidarias cuando hay mujeres que por no poder cumplir con los condicionantes del cuidado de los hijos adoptan bebés reborn, para así darse el gusto de ser madres sin asumir la responsabilidad que supone tenerlos y sin perjudicar a los pequeños.
Será que las maestras en lugar de ocuparnos de la educación de los pequeños tendremos que asumir su cuidado para que así nuestras congéneres puedan tener una vida profesional plena.
¿Qué es ser madre hoy, qué es ser mujer profesional, qué es la conciliación o qué es el cuidado de los hijos?
Nuestra amiga se quedó rumiando sobre la acusación de insolidaridad con las mujeres y a nosotros los dejó con la cabeza caliente sobre las supuestas conquistas femeninas en el mundo de hoy.
Ángeles Abelleira e Isabel Abelleira | 26/01/2015 en 16:57 | Etiquetas: C.profesional | Categorías: ReflexionArte | URL: http://wp.me/pYgj5-17Q
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