domingo, 13 de diciembre de 2015

UniDiversidad. El blog de José R. Alonso.


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Posted: 12 Dec 2015 02:57 AM PST
Caricatura-de-Sigmund-Freud-3-redSigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg (Moravia), parte entonces del Imperio Austrohúngaro y su verdadero nombre era Segismund Schlomo Freud. Fue neuroanatomista, neurólogo, psicoanalista y un importante teórico de la cultura. Se le incluye en todas las listas entre los pensadores de mayor impacto del siglo XX. John Kihlstrom ha dicho:
Más que Einstein o Watson y Crick, más que Hitler o Lenin, Roosevelt o Kennedy, más que Picasso, Eliot o Stravinski, más que los Beatles o Bob Dylan, la influencia de Freud en la cultura moderna ha sido profunda y duradera.

Nacido de padres judíos, fue «criado sin religión» y se consideró siempre un «no creyente» aunque se sentía unido al judaísmo no por «las creencias o un orgullo de nación sino por la clara conciencia de la identidad interior, el secreto de la misma estructura mental». Fue un magnífico estudiante en el bachillerato, graduándose con honores, y hablaba alemán, francés, italiano, español, inglés, hebreo, latín y griego. Aunque originalmente iba a estudiar Derecho terminó matriculándose en la Facultad de Medicina de la Universidad de Viena; de hecho, las dos principales profesiones abiertas a los judíos. Allí estudió filosofía con Franz Brentano, fisiología con Ernst Brücke y zoología con el darwinista Carl Claus. Tardó casi nueve años en terminar sus estudios universitarios por esa diversidad en su formación y porque pasó casi seis años en el laboratorio de Brücke. De esas investigaciones publicó su primer trabajo sobre un tema que no tendría mucho que ver con su trayectoria posterior o quizá sí: los testículos de las anguilas. 6ac96191caa6a520c7d8bb3909730c94Más tarde, presentó su tesis doctoral sobre la médula espinal de distintas especies de peces consiguiendo una buena base en neuroanatomía aunque tuvo siempre más interés en el funcionamiento de la mente que en la estructura del cerebro, que en aquellos momentos no tenía respuesta para las preguntas que a él le interesaban..
Entre 1884 y 1887, Freud se ocupó en detalle de la farmacología de un derivado químico de una planta latinoamericana, la cocaína, una droga entonces poco conocida que un médico militar alemán había utilizado para aumentar la resistencia física de los soldados. ubercocaAdemás de recomendarla a todos sus familiares y conocidos, en la monografía que escribió al respecto "Über Coca" ("Sobre la Coca") Freud incorporó sus sentimientos, sensaciones y experiencias personales junto con sus observaciones científicas. Frente a sus anteriores artículos, que eran ciencia al uso, incorporó un personaje literario a su descripción sobre el uso de esta sustancia: él mismo. La inclusión de las experiencias personales, las suyas y las de sus pacientes, abrirá una puerta que desembocará en la creación del psicoanálisis.
En septiembre de 1885, Freud obtuvo una plaza docente de neuropatología en la universidad de Viena, sin sueldo, y poco después le encargaron la dirección de la asistencia pública infantil en el primer distrito de Viena. Realizó investigaciones sobre la parálisis cerebral, las afasias -donde estudió su localización cerebral exacta- y sobre la anatomía microscópica del sistema nervioso. Ese mismo 1885 viajó a París y visitó la clínica psiquiátrica de la Salpêtrière, donde conoció a Jean-Martin Charcot y vio sus tratamientos sobre la histeria y el uso de la hipnosis y la sugestión para el tratamiento de las enfermedades mentales. Posteriormente, Freud exploró el estado hipnótico para evitar la autocensura que impedía que el analista descubriera las experiencias reprimidas de sus pacientes pero primero recibió muchas críticas del resto de los médicos, los hipnotizadores se habían convertido en atracciones de feria, y además se sintió muy incómodo pues las pacientes se sentían atraídas por él durante los tratamientos.
En 1886 volvió a Viena y abrió una consulta especializada en trastornos nerviosos. Junto con Josef Breuer, amigo y colaborador, inició el desarrollo de la llamada «terapia del habla», un precursor del tratamiento psicoanalítico. Empezó tratando a sus pacientes con hipnosis pero lo fue abandonado progresivamente y comprobó que podía hacer que sus pacientes hablaran simplemente poniéndoles en una posición relajada (el diván) y animándoles a contar lo primero que viniera a sus mentes (libre asociación). A partir de ahí analizaba lo que recordaban y determinaba qué sucesos traumáticos del pasado eran los causantes del sufrimiento que les había llevado en ese momento a buscar apoyo profesional. divan-freud-redEl caso de una  paciente, conocida como Anna O., tuvo una gran impacto en él. Era una joven que sufría de lo que entonces se diagnosticaba como histeria. Tenía una parálisis temporal, no podía hablar su lengua materna, el alemán, pero podía hacerlo en francés y en inglés, y no podía beber aunque tuviera sed. Al principio le animó a hablar sobre sus síntomas bajo el influjo de la hipnosis pero según el tratamiento iba evolucionando planteó que la situación se aliviaba según iba recuperando recuerdos de incidentes traumáticos que podían haber actuado como desencadenantes. También hipotetizó que los sueños podían analizarse y se podía sacar de ellos información sobre el inconsciente, con lo que buscaba demostrar la acción psíquica de las represiones que serían, según él, el sustrato de los síntomas observables en los trastornos mentales. Aunque en la actualidad se considera que los sueños tienen un componente emocional primario, la mayor parte de las ideas freudianas al respecto han sido desacreditadas y la interpretación de las ensoñaciones está más en el mundo de las pitonisas que en el de la ciencia.
El cuerpo conceptual del psicoanálisis se montó sumando a los conocimientos médicos sobre el sistema nervioso de la época, ideas de la filosofía alemana. Leibniz había planteado, con su teoría de las mónadas, que dependiendo del número de ellas el nivel de consciencia variaba desde una percepción nítida a experiencias de las que ni siquiera éramos conscientes. Goethe por su parte, uno de los autores favoritos de Freud, había descrito que la existencia humana era un conflicto constante entre las emociones y las tendencias. Hegel postuló, a su vez, que la resolución de las fuerzas en conflicto a través del proceso dialéctico era una explicación prácticamente ubicua para la naturaleza humana. nietzsche-e-schopenhauerDe todo eso, Freud basó su teoría en las tensiones y los conflictos indicando que había un nivel umbral por encima del cual una idea era consciente y por debajo era inconsciente. Freud planteó que la complejidad de la actividad mental inconsciente no era menor que la de la consciente y que la causa de buena parte de las enfermedades mentales estaba en ese inconsciente al que el terapeuta tenía que llegar para poder tratarlas. Otro concepto clave de las teorías freudianas fue el de transferencia, en el que el paciente transportaba al analista sentimientos e ideas que derivaban de figuras con las que había convivido previamente. Al principio, la transferencia era vista como algo negativo que interfería con la recuperación de las memorias reprimidas y alteraba la objetividad de los pacientes pero en torno a 1912, Freud pasó a considerarla como una parte esencial de su proceso terapéutico.
freud-2En 1895 Freud escribió Proyecto para una Psicología científica donde trataba de conectar los mecanismos neurales con los conceptos psicodinámicos. Sin embargo, lo consideró un proyecto fallido y nunca publicó este manuscrito, algo que se haría póstumamente. Freud abandonó esos intentos de conectar psicoanálisis y neurociencia pues consideraba que el conocimiento sobre las conexiones nerviosas no encajaba con sus conceptos psicodinámicos y optó por alejarse de la evidencia y la experimentación. En ese proceso de teorización, fue incorporando ideas de distintos pensadores. Así de Fechner tomó la imagen de que la mente era como un iceberg y solo la punta era la experiencia consciente. Sostuvo la existencia de un aparato psíquico con tres instancias, el ello, el yo y el superyó que no han tenido un refrendo en la Neurociencia. De Charcot, tomó el interés por la hipnosis pensando que las personas susceptibles tenían una especial propensión a la histeria. De Darwin, el continuum entre seres humanos y animales y la idea de que el instinto puede jugar un papel en nuestra vida diaria más importante de lo que normalmente asumimos. Dos de esos instintos, el sexual y el de agresión eran, para él, las fuerzas dominantes en el hombre, solo limitadas por el efecto civilizador de la sociedad. De Schopenhauer, la idea de que el comportamiento de los humanos se movía entre la necesidad y la necesidad satisfecha y los conceptos de sublimación, represión y resistencia como cuando Schopenhauer dijo que se podía encontrar alivio o un escape a las fuerzas irracionales sumergiéndose en la música, la poesía o el arte. Sin embargo, la mayor parte de las ideas de Freud sobre los instintos en la mente humana o las memorias reprimidas han sido abandonadas, nadie lo usa como una fuente fiable y prácticamente ninguna de sus teorías ha sido respaldada por evidencias comprobables.
En 1900 Freud publicó La interpretación de los sueños y llevó al público general la noción de la mente inconsciente. Ese año escribía en una carta a Wilhelm Fliess «Actualmente no soy en absoluto un hombre de ciencia, ni in un observador, ni un experimentador ni un pensador. Por temperamento no soy otra cosa que un conquistador, un aventurero si quieres traducirlo, con toda la curiosidad, osadía y tenacidad características de un hombre de ese tipo». En 1901 publicó La psicopatología de la vida cotidiana en la que planteaba que un olvido o un comentario impulsivo e incontrolado (ahora lo llamamos un lapsus freudiano) no eran algo accidental sino un elemento cargado de significado que revelaba la acción del inconsciente. Para mucha gente esto era hacer pasar por ciencia puras supersticiones pero sus siguientes ideas fueron no menos provocativas. Para él, el impulso sexual era el principal constructor de la psicología de una persona y la sexualidad algo presente incluso en los niños. Su redefinición de la sexualidad para incluir experiencias infantiles le llevó a formular el complejo de Edipo como un elemento central de la teoría psicoanalítica. Su autoanálisis sobre los sueños y memorias de su infancia le llevaron a descubrir sentimientos de hostilidad hacia su padre y una rivalidad sobre el cariño de su madre que le llevaron a revisar sus teorías sobre el origen de las neurosis. hqdefaultNo hay ningún dato que apoye la idea de que los niños desean sexualmente a sus madres y odian a sus padres y sus ideas sobre la envidia del pene por parte de las mujeres se consideran al mismo tiempo cómicas y trágicas. El desarrollo de estas nuevas teorías tuvo lugar en un momento donde su situación personal era compleja: tenía arritmias cardíacas, sueños perturbadores y períodos de depresión, una «neurastenia» que él conectaba con la muerte de su padre en 1896 y que probablemente también tenía que ver con un abandono de la cocaína, hacia la que había desarrollado una intensa dependencia.También postuló la existencia de la libido, una energía transformada por las estructuras mentales y que genera fijaciones eróticas y una tendencia hacia la muerte y que se convierte en la fuente de las repeticiones compulsivas, el odio, las agresiones y la culpa neurótica. Freud dejó la ciencia de lado y desarrolló una aproximación subjetiva, sin ningún tipo de evidencia ni experimentación, basada en sus intuiciones y en lo que los pacientes le decían sobre su vida interior. No hay evidencias que confirmen que el desarrollo humano pasa por fases oral, anal, fálica y genital y su teoría de que la homosexualidad era un fallo para reconciliar la fase anal es un sinsentido más. Tampoco tiene fundamento considerar a la esquizofrenia o a la depresión como trastornos narcisistas y decir que el autismo es un problema de la maternidad, como algún freudiano llegó a decir casi medio siglo después, es escandaloso e insultante.
370px-Freud_and_other_psychoanalysts_1922En 1902 fue nombrado profesor de la Universidad de Viena y fue reuniendo un grupo de devotos seguidores, que se juntaban todos los miércoles según describió Max Graf, uno de los participantes
Las reuniones seguían un ritual definido. Primero, uno de los miembros presentaba un artículo. Entonces, se servía café negro y pasteles, y en una mesa había puros y cigarrillos que se consumían en grandes cantidades. Después de un cuarto de hora social, la discusión empezaba. Las últimas y decisivas palabras eran siempre pronunciadas por el propio Freud En aquella habitación había la atmósfera de la fundación de una religión. El propio Freud era su nuevo profeta que hacía que los métodos usados hasta entonces para la investigación psicológica parecieran superficiales.
Pronto, grupos similares surgieron en otras ciudades pero disputas internas hicieron que algunos de sus seguidores más destacados, como Alfred Adler y Carl Jung, rompieran con el grupo inicial de una forma traumática. Freud continuó trabajando y escribiendo, con una enorme productividad. En 1909 hizo la primera presentación internacional de sus teorías en la Clark University de Massachusetts. En 1923 se le diagnosticó un cáncer de mandíbula, el resultado de muchos años de fumar puros, tenía 67 años. Freud consideraba que sus adicciones, la cocaína o después el tabaco, eran un sustituto para la masturbación a la que llamaba, «el gran hábito». En los siguientes 16 años se le hicieron treinta operaciones quirúrgicas para intentar detener el progreso del turmor. book-burning-redAl mismo tiempo, la subida al poder del partido nazi en 1933, otro tipo de tumor, comenzó a alterar el paisaje de Europa y distintos libros, incluidos los de Freud, fueron quemados en plazas públicas. Freud comentó «Estamos progresando. En la Edad Media me habrían quemado a mí. Ahora, se quedan contentos quemando mis libros». En 1938 Austria fue anexionada por Alemania y a Freud le confiscaron el pasaporte. Su fama internacional hizo que le permitieran abandonar el país, trasladándose con su esposa a Inglaterra, donde murió en septiembre de 1939 tras pedir a su médico que le inyectara una sobredosis de morfina.
El psicoanálisis sigue siendo influyente en la psicología y psiquiatría a pesar de la carencia de evidencias científicas en su favor y ha ampliado su ámbito de actuación desde ser una forma de terapia para las enfermedades mentales a permear gran parte de las humanidades. Sin embargo, las últimas décadas, a pesar de algunos intentos para vincularse a la ciencia experimental como el llamado neuropsicoanálisis, han visto arreciar las críticas sobre su eficacia y su estatus, siendo considerado por la mayoría de los investigadores del cerebro más una seudociencia, basada en postulados no demostrados, que una verdadera disciplina científica.

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