jueves, 31 de marzo de 2016

Mamá, tienes que ir a hablar con el tutor



Javier Gallart publicó:"Cualquiera que lea el título de este post no verá nada extraño en él, ya que todos pensarán que eso es porque el alumno tiene algún problema de conducta o con las notas, y por tanto es del todo normal. Pero lo que yo quiero enfatizar es la naturalidad con"

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Mamá, tienes que ir a hablar con el tutor

by Javier Gallart
Cualquiera que lea el título de este post no verá nada extraño en él, ya que todos pensarán que eso es porque el alumno tiene algún problema de conducta o con las notas, y por tanto es del todo normal. Pero lo que yo quiero enfatizar es la naturalidad con la que todos aceptamos que sea la "mamá" la que tiene que acudir a hablar con su tutor. El título debería haber sido pues, "Papás, tenéis que ir a hablar con el tutor".
Fuente: ShutterStock
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Y es que, lo queramos reconocer o no, en la mayor parte de las ocasiones, son las madres las que acuden a visitar al tutor y/o los profesores de sus hijos
. Así lo puedo corroborar por ejemplo la semana pasada, que me tocó hablar (como es mi deber como docente, y encantado de hacerlo) con varios padres y, salvo un caso en el que acudieron padre y madre, el resto (3) fueron sólo madres. Y es que yendo un poco más allá, tengo que reconocer que los mismos profesores, cuando llaman a casa de algún alumno, de forma inconsciente (o no), esperan hablar con la madre. Es como si el padre no fuera el encargado de estos asuntos. También lo corroboro año tras año en las reuniones de padres. Es verdad que en algunos casos acuden el padre y la madre, o sólo el padre, pero en el 60, 70, 80% de los casos, son las madres las que lo hacen.
Vaya por delante, y me gustaría enfatizarlo, que hay muchos padres (hombres) que ayudan en términos de igualdad en los asuntos educativos de sus hijos, pero debemos reconocer, que por regla general, en lo referente a la educación en el ámbito familiar, la mayor parte recae en los hombros de la madre. Es bastante común encontrarse con padres (hombres) que, después de enterarse del mal comportamiento de su hijo o unas malas notas, le diga a su mujer frases como "eso es porque tienes mucha manga ancha y le haces muchos romances", "mano dura necesita", "si fuera yo otro gallo cantaría". Y la pura realidad es que ese mismo padre, pocas veces, por no decir ninguna, se ha preocupado de ir a visitar a su hijo al cuarto para hablar con él en todo un trimestre.
Educar a un hijo es mucho más que llegar a casa, sentarse en el sofá y, con el pretexto de un día duro en el trabajo, olvidarse que tiene alguien que necesita que se preocupen de él, de saber cómo le van las cosas, de si necesita ayuda académica o personal, de su compañía. Porque querer a un hijo es sacrificarse por él, y es, nadie lo pone en duda, pesado, pero es lo que les ayuda a crecer como estudiante y como persona. Porque como dice un rap que a mí me encanta, "el que dice que ser padre es facilito está loquito, porque ser padre es duro, pero es lo más bonito".
Y, para que sea una tarea exitosa, debe ser una tarea compartida, por la madre y por el padre. Porque ambos contribuyeron a su nacimiento, y por tanto, ambos son responsables de su educación. Cada uno desde su propia sensibilidad de hombre o de mujer, que son distintas, pero ambas necesarias porque se complementan. Además, una carga que se comparte, se hace más llevadera y permite a la pareja convivir en armonía.
Probablemente, de este tipo de, por qué no llamarlo así, "machismo", no se hablará mucho en las tertulias, ni en los debates, pero  si queremos que el hombre sea realmente igual a la mujer no deberíamos pasarlo por alto.
Mi enhorabuena a todos los padres que no se ven reflejados en este artículo, que lo sé, que habéis muchos😉
Javier Gallart | marzo 31, 2016 en 7:34 am | Etiquetas: JG, machismo, Reflexión | Categorías: EDUCACIÓN | URL: http://wp.me/pGAud-5Jf
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