miércoles, 3 de julio de 2013

Aula propuesta educativa



Aula propuesta educativa


Posted: 02 Jul 2013 08:20 AM PDT

¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en los niños/as?



Todas las emociones son impulsos para actuar y para enfrentarnos a la vida. La inteligencia emocional es considerada como la habilidad para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos de forma adecuada. Es una destreza para regular o modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás. Cada ser humano posee dos formas diferentes de conocimiento, o dos mentes que interactúan para construir nuestra vida mental.

Una de ellas es la mente racional, que es la forma de comprensión de la que somos conscientes, como la meditación, el entendimiento. La otra, es la mente emocional, siendo éste un sistema de conocimiento impulsivo, poderoso y a veces ilógico. Se podría decir que la racional es la cabeza y la emocional el corazón. Estas dos mentes  operan en armonía la mayor parte del tiempo, mezclando sus diferentes formas de conocimiento para guiarnos por el mundo. Sin embargo son semi -independientes una de la otra, por lo que cuando aparecen las pasiones, la balanza se inclina y la mente emocional domina a la racional. Cabe aclarar que el conocimiento o las buenas notas, no están relacionadas con la inteligencia emocional.Entonces ¿por qué la inteligencia emocional es tan importante en un ser humano?  Porque es ella la que le permitirá relacionarse asertivamente con las demás personas a su alrededor y le ayudará a encontrar un balance en su vida.Esta habilidad para manejar emociones de forma apropiada se puede y debe desarrollar desde los primeros años de vida de una persona, ya que las emociones se expresan desde el nacimiento. Un niño/a debe de ser educado no solo con aspectos  intelectuales, si no también por medio de los sentimientos y la valoración de los mismos.

Para desarrollar la inteligencia emoional a un niño/a, hay que ir etapa por etapa y de acuerdo a la edad del mismo. Por ejemplo los recién nacidos lloran o ríen, siendo su mundo  de necesidades y afectos. A los 18 meses la seguridad del afecto de su madre y la educación que le hayan brindado, es lo que le permite al niño/a apartarse, explorar y dominar sus miedos. A los 2 años, disfrutan de todo lo que los rodea y se satisfacen con los elogios o las miradas ajenas. de los 7 a los 8 años aparece el orgullo y la vergüenza, hay reflexión y libertad. A los 10 años, se dan cuenta de que los sentimientos deben controlarse. Y en la adolescencia, el descubrimiento de la libertad interior es importante para la maduración.

Algunas estrategias para estimular la inteligencia emocional en los niños/as son:

  • Dar nombre a los sentimientos.
  • Ser capaces de reconocer las emociones cuando las sienten.
  • Enseñarle al niño/a a cómo afrontar las emociones inadecuadas con ejemplos.
  • Enseñarle la empatía y que debe de aprender a ponerse en el lugar del otro.
  • Enseñar al niño/a a relajarse cuando esté nervioso o disgustado. Anímelo a respirar hondo mientras cuenta hasta 3 y expulsar despacio el aire.
  • Contarle cuentos en los que se pueden ver las diferentes emociones y cómo enfrentarlas.
  • Enseñarle a relacionar gestos con los sentimientos
  • Enseñarles a expresar sus sentimientos de la mejor manera.
  • Enseñarles qué puede y qué no pueden hacer.

Pero  sobretodo es importante, enseñarles con el ejemplo.

Bibliografía:

1. 1995. Daniel Goleman- "La Inteligencia Emocional"

2. 2012. Jacobo García.- " Inteligencia Emocional y cómo desarrollarla?"

3. 1996. David Caruso- "Emotionally Inteligent Manager".

4. www.elpsicoasesor.com- "Cómo desarrollar la inteligencia emocional en los niños?"

Posted: 02 Jul 2013 08:14 AM PDT

Aprender a aprender: Estilos de aprendizaje
Por: MSc. Priscilla Guevara, educadora y psicopedagoga
El aprendizaje se puede definir como el "proceso a través del cual se adquieren habilidades, destrezas, conocimientos… como resultado de la experiencia, la instrucción o la observación", esta definición de Isabel García , especifica la importancia de la experiencia en la adquisición de información y destrezas, por lo cual se puede decir que este será el elemento clave para aprender o no un concepto.
La mayoría de las personas podemos acceder e interactuar en nuestro entorno a través de los sentidos, es por esto que hay olores, colores o imágenes y movimientos que nos recuerdan algún momento o situación específica de nuestra vida. En mi caso, recuerdo que una de mis grandes frustraciones durante la época escolar, era memorizarme listas de palabras, las cuales solía repetirlas una y otra vez durante mucho tiempo, sólo para darme cuenta después de un rato que no lograba recordar el orden o todo el vocabulario que tanto había estudiado. No fue hasta mis años de universidad, en donde al fin logré comprender la razón por la cuál mis intentos de memorizar nuevas palabras no eran exitosos: esa no era la manera en la que yo aprendía.
Siguiendo con esta idea, existen al menos tres estilos con los que establecemos un contacto directo con el ambiente y propiciamos experiencias de aprendizaje: estilo visual, auditivo y kinestésico y todas las personas contamos con los tres, sin embargo hay uno de ellos que es el que logra almacenar experiencias de una manera más rápida y significativa. Conocer la manera en la que se aprende permitirá mejorar la manera de estudiar y de desarrollar proyectos, además de brindar información valiosa de nuestra personalidad.
Estilo de aprendizaje Visual
Algunas de las características que las personas que se les facilita aprender por medio de estímulos visuales pueden ser:
  • Recuerdan siempre caras…a veces nombres.
  • Suelen perder el interés o la atención cuando hay actividades verbales.
  • Les gusta los libros con dibujos o fotos.
  • Utilizan muchos colores y subrayan cuando escriben.
  • Tienden a hacer dibujos en papeles o en el cuaderno.
  • Piensan en imágenes, es como si su cerebro tomara fotos mentales de lo que sucede alrededor.
  • Son detallistas.
  • En el caso de estas personas "todo entra por la vista".
  • Se estima que entre un 40% ó 50% de la población aprende de esta manera.
Tomando en cuenta estas características es mucho más sencillo establecer la manera en la que se puede estudiar, estas son algunas ideas:
  1. Cuando lea o le expliquen algo, haga una imagen mental de lo que le está aprendiendo.
  2. Tome notas con muchos colores, viñetas, flechas y subraye. Mantenga ordenado y limpio su cuaderno.
  3. Vea fotos y videos relacionados al tema que está estudiando.
  4. Escriba las palabras nuevas en letras grandes con colores y sepárelas en sílabas para que pueda aprendérselas por partes.
  5. Vea películas basadas en los libros que lee.
  6. Use fichas, cuadros, mapas, gráficos para organizar la información.
  7. Haga dibujos o pinturas.
Estilo de aprendizaje Auditivo
Aquellas personas que tienen este estilo, perciben los sonidos, tonos y ritmos del ambiente de una manera mucho más clara. Algunas de sus  particularidades pueden ser:
  • Recuerdan fácilmente una conversación.
  • Suelen hablar con ellos mismos en voz alta, se hacen recordatorios o leen susurrando.
  • Les encanta hablar.
  • Prefieren que les expliquen algún tema, en vez de darles información escrita.
  • Memoriza por medio de repeticiones y ritmos.
  • Logran apreciar de manera especial la música.
  • Tienen gran capacidad para aprender nuevos idiomas o algún instrumento.
  • Recuerdan nombres…a veces caras.
  • Por lo menos un 10%-20% de la población es auditiva.
Algunas maneras de aprovechas estas características para estudiar puede ser:
  1. Ver videos.
  2. Escuchar música o hacer una canción.
  3. Leer en voz alta o escuchar un audiolibro.
  4. Hacer rimas o trabalenguas.
  5. Repetir verbalmente, en voz alta y/o en distintos tonos.
  6. Brinde explicaciones a sus compañeros o pida que le expliquen.
Estilo de aprendizaje kinestésico
Esta palabra se deriva del griego kinesis, la cual significa movimiento. Básicamente, las personas con esta preferencia aprenden haciendo. Sus características más comunes son:
  • Se mueve mucho y constantemente.
  • No puede permanecer sentado mucho tiempo o en una misma posición.
  • Hacen ruidos con los pies o tienden a golpear el lapicero en el escritorio.
  • Les encantan los juegos o actividades físicas.
  • Prefieren ahorrarse el tiempo de leer un manual y de una sola vez, intentan armar el objeto.
  • Expresan sus sentimientos de manera física (brincan cuando están muy emocionados, por ejemplo).
  • Recuerdan lo que hacen o lo que sintió en una situación específica.
  • Entre un 30%-40% de la población pertenecen a este estilo de aprendizaje.
Algunas de las maneras de estudiar, según este estilo pueden ser:
1.    Utilice plastilina.
2.    Escriba, dibuje, recorte o pinte.
3.    Utilice mapas o globos terráqueos.
4.    Sienta texturas.
5.    Dramatice.
6.    Camine a un ritmo determinado cuando lea o estudie.
7.    Escriba en el aire.
8.    Practique posturas y exposiciones orales frente a un espejo.
9.    Hacer juegos de mesa y jugar sopas de letras o ahorcado.
La educación actualmente ha logrado facilitar materiales y recursos para que todas las personas de todos los estilos puedan crear experiencias de aprendizaje, además existen mucho más modelos que explican formas de adquirir datos y lograr recordarlos durante mucho tiempo después. Lo más importante es ser consiente de que estoy dispuesto/dispuesta a buscar formas nuevas para estudiar, entender además que lo que les sirve a los demás, no necesariamente sirva para todos, y lo más importante, que hay formas divertidas y efectivas de estudiar, porque como dice el dicho "lo que bien se aprende no se olvida" así que a aprender bien.
Posted: 02 Jul 2013 08:00 AM PDT

Cómo actuar con un niño tirano
La frustración es un sentimiento indispensable en el desarrollo infantil: el niño necesita, desde que tiene más o menos un año, rutinas, reglas y límites claros sobre lo que puede y no puede hacer. De hecho, uno de sus deportes favoritos consiste en poner constantemente a prueba a sus padres para ver hasta dónde puede llegar.

Pero a partir de los seis años hay niños que se muestran muy impulsivos, que mienten, que tienen actitudes vengativas, que no conectan con los demás, que son insensibles, con ganas de hacer el mal porque sí, se sienten poderosos, carecen de empatía… Estas son actitudes tiránicas, que a los once años se pueden agudizar y que a los 15 años ya son difíciles de encauzar porque se juntan con la rebeldía propia de la adolescencia.

Y es que educar no es fácil, y debe implicar ciertas dosis de frustración para equilibrar el amor infinito que sentimos por nuestros hijos. Si los padres ejercen su autoridad con cariño y constancia, los apuntes de tiranía deberían ir poco a poco mitigándose. El problema llega si no hay reacción por parte de los progenitores, que, en su afán de buscar una explicación-excusa a todo –"el niño tiene mucho carácter", "lo que hace es normal a su edad"…- no se atreven a imponer la más mínima disciplina. El problema se va agrandando hasta que la familia tiene la sensación de que se le ha ido de las manos. ¿Qué hacer entonces? No se trata de volver a las prácticas de antaño, sino de actuar con sentido común, sin exasperarse y sin violencia.


Reglas básicas para frenar comportamientos tiranos

 Si los padres han llegado al punto límite con sus hijos tiranos pueden –y deben– pedir ayuda externa. Primera visita: el pediatra, que les ofrecerá pautas y consejos sobre cómo actuar. Algunos niños –y sus padres– necesitan además psicoterapia dependiendo de los síntomas y de su edad. Si se trata de pre-adolescentes o adolescentes y ya se han vuelto agresivos, el problema es más serio y la terapia, más larga.

 Además, se pueden fijar las siguientes reglas para atajar comportamientos tiránicos:

 Ambos progenitores deben estar de acuerdo en cómo quieren educar a sus hijos, en cuál va a ser su modelo educativo y actuar ante él sin fisuras, porque si las hay, el niño se aprovechará enseguida de ellas.

 Los padres deben ser capaces de admitir que su hijo es un tirano y no buscarle atenuantes.

 Rutina, rutina y más rutina. El día a día del niño debe estar pautado: horas fijas para comer, para acostarse, para hacer los deberes. También debe tener una serie de obligaciones en casa –hacer la cama, poner y quitar la mesa, etcétera– de las que no se puede escabullir. Y normas muy claras sobre su tiempo de ocio.

 Nada de amenazas. Las amenazas transmiten inseguridad al niño y sólo logran aumentar su tendencia a la negación.

 No se trata de prohibirlo todo después de haberle dejado hacerlo todo. Una vez dicho una cosa, no hay que retractarse, así que más vale pensar con calma antes de hablar y actuar.

 No hay que ponerse a la altura del niño: si grita, patalea y monta una escenita, hay que respirar y contenerse. Nada de chillidos, sofocones o tortazos, mejor esperar a que se calme sin hacerle el más mínimo caso.

 No sirve de nada argumentar sin fin, el niño tirano no está acostumbrado a las palabras. En vez de discutir, hay que recordarle cuáles son las reglas que hemos fijado y su deber de respetarlas.

 Tampoco sirve pedirle que se ponga en tu lugar: justamente una de sus características es su falta de empatía.

 Recordar que los milagros no existen y la educación es una carrera de fondo: puede que no haya resultados inmediatos, pero, según va creciendo, el niño logrará interiorizar nuestras enseñanzas.




Fuente:  Web consultas. Tu centro médico online
Posted: 02 Jul 2013 07:59 AM PDT



¿Cómo pueden potenciar los padres la autoestima de un niño?

Aquí tienes algunos consejos para atender las necesidades emocionales de un hijo y ayudarles a fortalecer su autoestima:

Evitar hacer comparaciones entre los hijos. En toda comparación siempre hay alguien que sale perdiendo, y este tipo de mensajes son muy negativos para la autoestima del niño que se siente a la sombra de su hermano.

 Las caricias positivas remiten a los gestos de afecto. Dichas caricias pueden ser físicas o emocionales. Un abrazo o un beso es una muestra de expresión corporal. Sin embargo, existen caricias verbales que llegan de una forma directa al corazón de cualquier niño en forma de bienestar emocional. La caricia más positiva es decirle: "Te quiero mucho". El amor nunca debe darse por supuesto, por ello, conviene superar la barrera que a veces causa el pudor.

El juego no sólo es una forma de entretenimiento, sino también un excelente estímulo a nivel emocional para alimentar la autoestima de cualquier niño. Por ello, cualquier pequeño se alegra cuando sus padres juegan con él. Existen actividades muy placenteras que favorecen el contacto con la naturaleza: andar en bicicleta, realizar una excursión, salir al parque, hacer deporte… Te proponemos una película interesante que puede servir de reflexión para mostrar cómo se siente un niño cuando su familia no tiene tiempo para estar con él por motivos de trabajo: 'Diario de una niñera'.

Para alimentar la autoestima de un niño es positivo que tenga un contacto regular con otros miembros de la familia. Especialmente, con los abuelos. Los abuelos se han convertido en un soporte emocional firme en tiempos de crisis, ya que cuidan de los peques durante muchas horas a la semana. Sin embargo, algunos expertos aseguran que conviene poner límites a esta situación para no caer en el rol del abuelo esclavo o abuelo canguro.

 Existen hábitos familiares que ayudan a crear un hogar gratificante: la comida y la cena es un momento para compartir. Por ello, en caso de que por motivos de horarios sea imposible comer todos juntos entre semana, entonces, es recomendable poder hacerlo el fin de semana. Además, conviene recordar que la televisión es un medio de entretenimiento, por ello, debe estar apagada la mayor parte del día. Por supuesto, no hay mejor forma de despedir el día que leer un cuento de buenas noches al niño.

 Conviene cambiar el modelo educativo para pasar de la crítica constante al elogio. En general, los padres riñen a sus hijos cuando no obedecen, pero en cambio, no dedican la misma atención a elogiarles cuando se comportan del modo correcto, obedecen, comen solos, recogen la mesa, limpian su habitación… Para que el niño tenga claras dichas normas es útil ponerlas por escrito en una cartulina colocada en un lugar visible de la casa.

 Existe un error muy grande en la sociedad actual: confundir el ser con el tener. A veces, se pretende cubrir con el materialismo cualquier vacío emocional que pueda tener un niño. Intenta no caer en él.

 Los niños también pueden asumir responsabilidades de una forma acorde a su edad. En la casa, pueden hacer estas tareas a partir de los siete años: poner la mesa, recoger su cuarto, doblar su ropa…

Es indispensable crear un ambiente ordenado con unos horarios marcados para que el niño tenga interiorizada una rutina que le da bienestar y seguridad. El fin de semana es el espacio para el tiempo de ocio, por ello, los niños pueden acostarse más tarde y ver la tele. La televisión también es un buen instrumento educativo siempre que se utiliza con un criterio adecuado. Los niños sólo deben ver películas adaptadas a su edad, que transmitan valores humanistas y nada de violencia.

 Si un niño tiene un problema de inseguridad y de autoestima muy elevado, entonces, es posible que haya que recurrir a que haga terapia. En ese caso, se debe buscar un psicólogo que esté especializado en temas de infancia.
Fuente:  Web consultas. Tu centro médico online  
Posted: 01 Jul 2013 11:22 PM PDT


Orientaciones para que los profesores potencien la autoestima del alumno

La autoestima de un niño implica el bienestar del pequeño en casa, pero también en el colegio. Por ello, los profesores tienen que entender que su profesión no termina en el ejercicio de dar unos contenidos teóricos: están tratando con personas, por ello, tienen que educar en base a la individualidad que muestra que cada niño es diferente y tiene unas necesidades concretas. Estas son algunas pautas para potenciar la autoestima de sus alumnos:

  • En primer lugar, cada niño tiene un talento. Algunos destacan en pintura, otros en matemáticas y algunos en literatura. ¿Qué hacer en ese caso? Potenciar al niño en esa rama en la que destaca. Si un niño escribe bien, es bueno motivarle para que redacte redacciones que luego puede leer en clase delante de otros compañeros, o por ejemplo también es positivo informarle sobre concursos de literatura infantil a los que puede presentarse.
  • Los niños tienen una visión de los problemas en forma de túnel. No ven más de una alternativa. Por ello, como adultos, es positivo buscar soluciones a algunas de las dificultades académicas que tiene el niño. Por ejemplo, el tutor puede informar a los padres de la necesidad de contratar a un profesor particular que ayude al niño unas horas a la semana.
  • Un profesor nunca debe dejar que otros compañeros de clase ridiculicen al niño. Uno de los grandes problemas de la sociedad actual es el acoso escolar. Problema ante el que los profesores deben implicarse en primera persona para pensar en posibles soluciones para proteger a la víctima.
  • Los profesores deben educar en el sentido positivo de la curiosidad, es decir, deben motivarles para que siempre hagan preguntas de todo aquello que no tengan claro. Muchas veces, un alumno no pregunta por miedo al ridículo. Por ello, siempre que un alumno levante la mano para preguntar, el profesor debe felicitarle por haber hecho una pregunta interesante y dar una explicación que, además, servirá de ayuda para todo un grupo.
  • A nivel educativo, las actividades extraescolares que se realizan en el tiempo libre también tienen un sentido más lúdico. Permiten que el niño aprenda disfrutando. Por ello, puede matricularse en el conservatorio o hacer algún deporte, para poder conocer también amigos en un contexto distinto.
  • Un alumno es un todo integral, como persona, no puede reducirse a su rendimiento académico. Precisamente, porque dicho rendimiento también se ve afectado por la situación personal y el estado de ánimo. Si un niño está haciendo el duelo por la muerte de su padre, es positivo entender que dicho proceso se va a notar en los estudios. Un profesor no sólo tiene que dar valor a la nota del examen, sino también valorar el trabajo diario en clase y la realización de los deberes en casa. De esta forma, el niño se siente bien consigo mismo cuando se esfuerza cada día y no pone todo su valor únicamente en el resultado del examen.




Fuente:  Web consultas. Tu centro médico online
Posted: 01 Jul 2013 11:22 PM PDT
Técnicas alternativas a los castigos

Existen diferentes técnicas a la hora de conseguir que nuestro hijo deje de comportarse mal que son mucho más efectivas que un castigo. Dentro de estas alternativas, dos de las más efectivas y sencillas son el contrato conductual y los programas de fichas.

El contrato conductual

El contrato conductual es un documento escrito que explicita las acciones que el niño está de acuerdo en llevar a cabo y establece las consecuencias del cumplimiento o no de las mismas. Así, también obliga a los padres a cumplir con la parte del trato en el caso de que las conductas que buscaban hayan sido realizadas por su hijo. Este contrato siempre debe ser justo y aceptado tanto por el crío como por los padres, ha de ser claro y, una vez se decide usar esta técnica, no se ha de dejar de lado hasta que el niño interiorice la conducta pretendida.

Estos contratos conductuales deben especificar:

  • Qué queremos conseguir: la conducta o conductas que nos gustaría que realizara nuestro hijo, las cuales no deberán ser muy complejas.
  • Qué conseguirá si lo consigue: el refuerzo que le daremos por su buen comportamiento, el cual tendremos que dárselo inmediatamente tras conseguir cumplir el contrato.
  • Qué consecuencias tendrá no hacerlo: el castigo que tendrá  si no lo cumple.
  • Dependiendo de la conducta que queramos cambiar: algunas pequeñas bonificaciones si requiere de mucho tiempo conseguir lo acordado (por ejemplo aprobar el curso, se le puede dar algún premio al ir aprobando las diferentes evaluaciones).

La conducta buscada tiene que conseguirse incrementando poco a poco la exigencia, pasar de no realizarla a hacerlo siempre, rara vez se da. Así que iremos marcando unas pautas intermedias para que el niño vaya viendo sus progresos y no sienta que no lo puede alcanzar. Estos pasos también tendrán sus refuerzos para se sienta bien consiguiendo esos pequeños éxitos.

Programas de fichas

Los programas de fichas son procedimientos utilizados para registrar estrictamente las conductas que estamos intentando que el niño solucione. Mediante una tabla que estará a la vista en casa, podemos analizar los progresos del niño hasta alcanzar la conducta deseada. Estas deberán ser realistas para la capacidad actual de cada niño.

En estos registros cada vez que nuestro hijo realice bien las conductas que pretendemos (recoger los juguetes, no tirar su ropa, portarse bien con su hermano, etcétera) haremos una marca que se irán sumando durante una semana en el caso de conductas rutinarias y en más tiempo en conductas más esporádicas (como comportarse bien cuando juega al fútbol con su equipo).

Si al acabar el periodo de tiempo estipulado ha conseguido todas las cruces en algún objetivo recibirá algún pequeño premio para que se sienta gratificado. Cuando no consiga todas las cruces en alguna conducta, ésta volverá a aparecer la siguiente vez que se realice un programa de fichas. Aunque el niño haya conseguido todas las cruces en una semana, es aconsejable que esas conductas vuelvan a aparecer la siguiente semana y el tiempo que veamos necesario hasta que el pequeño las haya interiorizado y no requiera de ningún refuerzo para llevarlas a cabo.

Es recomendable que, cada vez que lo hagamos, no pongamos más de cinco aspectos para mejorar, así será más sencillo controlarlas. Además, nuestro hijo no se sentirá agobiado por tener que cambiar tantas cosas de golpe.

Lo mejor de esta técnica es que el propio niño se sentirá responsable de conseguir modificar su conducta, mientras va consiguiendo pequeños incentivos que le endulzarán el camino hasta la meta que nosotros hemos marcado. Al tener siempre presente las tablas, siempre se esforzará por conseguir poner las cruces y así generaremos el hábito bueno en su comportamiento.
Fuente:  Web consultas. Tu centro médico online
Posted: 01 Jul 2013 11:21 PM PDT




Orientaciones sobre castigos

A la hora de pensar en castigos, en primer lugar, los padres han de ser conscientes de los profesionales que pueden aconsejarnos en todo momento sobre cómo podemos actuar en casos de conductas disruptivas en nuestros hijos. Dentro del centro escolar podemos hablar con el tutor del niño que, en caso de ser necesario, también podrá pedir ayuda al orientador del centro. Igualmente, se puede acudir a especialistas privados en modificación de conducta.

Otro consejo para padre sobre castigos es que debemos regirnos por unas reglas claras, justas, explícitas y todos tenemos que cumplirlas. Por ejemplo, que el niño sea castigado por decir palabrotas, mientras otros miembros en casa pueden decirlas sin ningún tipo de consecuencia, lo único que provocará es que el pequeño no lo vea justo ni entienda por qué unos sí y otros no, más allá de una imposición arbitraria a sus ojos.

Las normas más importantes de la casa, o aquellas que habitualmente el niño tenga más problemas para cumplir, es aconsejable que estén en carteles para que puedan ser vistas siempre y no se le olviden en ningún momento. Además, debemos asegurarnos de que nuestros hijos tengan claro cómo realizar las conductas esperadas; por ejemplo, si pretendemos que recojan sus juguetes, deberán saber dónde se guardan para poder confirmar si no lo hace por no querer o por no saber.

Otro consejo es que cuando castiguemos o tratemos de modificar la conducta con alguna técnica, debemos manejar todos los mismos criterios; no se puede dar bajo ningún concepto que entre los padres haya divergencias, puesto que el niño puede no saber a qué atenerse o acudir al adulto más flexible para que su esfuerzo sea menor, lo cual conllevará que raramente alcance los objetivos marcados.

Muchas veces resulta un proceso tedioso y lento tener que modificar la conducta del niño, así que los padres deber seguir unos patrones para conseguirlo:

  • Ser perseverantes: si a mitad de proceso abandonamos porque nos requiere mucho esfuerzo, nuestro hijo entenderá que su mal comportamiento no podemos controlarlo y se reforzará en su poder y en su desobediencia. Por ejemplo, si castigamos al niño un día sin videoconsola, no podemos ceder porque "está insoportable" o "nos molesta mientras vemos la tele" y devolvérsela. El aprendizaje para el niño no será que ha hecho algo mal, será que puede portarse mal, recibir un castigo y que portándose mal de nuevo será indultado.
  • Controlar los castigos o las técnicas que utilicemos: imponer un castigo si no se va a vigilar no tiene por qué resultar efectivo. En el mismo ejemplo que antes, si a nuestro hijo no le vigilamos podrá jugar igualmente, simplemente requiere tener la videoconsola portátil o en otra habitación.

Castigos erróneos

Por otra parte, hay castigos que no tenemos que manejar con los niños. Si tiene ciertas limitaciones no podemos provocar nosotros que se acrecienten, puesto que tenemos que ayudarle siempre a superarlas. Por ejemplo, si el niño es tímido, le cuesta socializarse y prefiere quedarse en casa jugando solo, castigarle prohibiéndole ir a jugar al parque un día que iba a ir, es del todo erróneo.

Por último, los padres tienen que tener claro que hay dos tipos de castigo con los que tampoco se debe actuar: la comida y el castigo corporal (pegar). En el caso de la comida porque la alimentación no debe verse alterada por nada, puesto que podría llevar a provocar diferentes trastornos alimentarios en los niños.

El caso del castigo corporal se debe evitar para que el niño no aprenda que con violencia se solucionan los problemas y ellos mismos la utilicen cuando sus amigos tengan un comportamiento inapropiado; no olvidemos que la violencia sólo engendra violencia.


Fuente:  Web consultas. Tu centro médico online

Posted: 01 Jul 2013 11:21 PM PDT

Castigos infantiles

 En la tarea de educar a nuestros hijos nos encontramos siempre ante situaciones complicadas por diversos motivos; uno de ellos es su mal comportamiento, ya sea puntual o habitual. Para reconducirles podemos utilizar diferentes vías: el diálogo, reforzar las conductas correctas o castigar aquellas que se quieren extinguir.

 Cada una de estas opciones tiene sus ventajas y sus inconvenientes,  lo más aconsejable es saber combinarlas de la manera correcta para conseguir  un comportamiento lo más adecuado posible. No debemos olvidar que son niños y, por tanto, su capacidad emocional y de autocontrol está menos desarrollada que en los adultos, por lo que no podemos esperar un comportamiento perfecto.
Un aspecto clave a la hora de tratar de modificar las conductas disruptivas de los niños es recordar que no hay dos niños iguales. Si una cosa funciona para uno, para otro no necesariamente tiene que valer. La educación no es una ciencia exacta. No hay fórmulas mágicas que siempre resulten.

¿Cuándo hay que atajar comportamientos inadecuados del niño?

 Desde los primeros meses de vida de nuestros hijos, podemos mostrarles nuestro descontento con sus actitudes incorrectas, puesto que son capaces de diferenciar nuestros tipos de entonación. De todos modos, durante casi los primeros dos años debemos ser conscientes de que el niño no entiende ni los motivos de una riña ni los de un castigo, por lo que lo más conveniente es que simplemente demostremos mediante la entonación el enfado sin que resulte muy agresivo, para evitar que el pequeño sienta miedo hacia una de sus figuras de apoyo.

 A partir de los dos años los niños ya empiezan a ampliar enormemente su comprensión y expresión lingüística, por lo que, a partir de aquí, debemos ir explicándoles las reglas, los castigos y sus motivos con un lenguaje adecuado a su edad. Igualmente, a partir de esta época podremos empezar ya con algunas técnicas sencillas de modificación de la conducta si fuera necesario.

 La situación ideal es poder mejorar las actitudes erróneas de nuestros hijos mediante el diálogo o, en su defecto, aplicando una alternativa positiva a su comportamiento; pero hay algunas situaciones en las que se debe inexorablemente castigar:

 Si su mala conducta provoca en él una satisfacción mayor que cualquier recompensa que podamos ofrecerle para evitar esa forma de actuar.

 Si el niño está teniendo un comportamiento en el que peligra su integridad física o la de otras personas debemos rápidamente castigarle y no dejar que pueda pasar algo más grave, que terminaría igualmente en un castigo, pero más severo.

 Por último, los padres deben tener en cuenta que el castigo tiene que ser algo excepcional, que al niño le suponga una situación diferente, para que entienda que su conducta ha sido excesiva. Si el crío es castigado con demasiada frecuencia, lo único que se conseguirá es que se habitúe a ellos y que pierdan su utilidad.

Fuente:  Web consultas. Tu centro médico online
Posted: 01 Jul 2013 11:20 PM PDT


¿Cómo castigar de manera educativa o útil?


Antes de castigar a un niño es aconsejable que cuando su comportamiento empiece a ser un problema se le avise de ello y de la posibilidad de que si no remite su conducta será castigado. Así, el pequeño será consciente de que el castigo viene dado por su actitud y no le extrañará lo que le ha pasado; además, se le da margen a que modifique su comportamiento "por las buenas".

Existen una serie de normas que se tienen que dar a la hora de castigar de una manera educativa para que el intento de modificar una conducta inadecuada resulte más útil y eficiente:

  • Inmediatez del castigo: supone que nuestra respuesta sea en el momento en que se da el mal comportamiento; así nuestro hijo vinculará la acción con la reacción. Si se le escarmienta, por ejemplo, una hora tarde, puede que ni recuerde qué ha hecho mal y que no sepa el motivo por el que se le castiga en ese momento.
  • Actitud reflexiva: los padres no debemos caer en el castigo  sin pensar qué decimos.
  • Respuesta proporcionada: no puede darse el caso de que por una conducta grave (como pegar a otro niño) reciba un castigo o una reprimenda menor que por algo de menor gravedad (como no recoger un juguete).
  • Centrarnos en la conducta, no en el niño: en vez de decir al pequeño "eres muy malo", es mucho mejor decirle "te estás portando mal". En el primer caso, el niño siente que es malo y que, aunque pueda portarse bien, seguirá siendo malo. En cambio, en el segundo ejemplo verá que sólo lo es en ese momento y será más fácil modelar su actitud.
  • No compararle con otros niños: un error muy frecuente es decir al pequeño cuando se comporta mal que otros son mejores que él. Esa actitud hacia él no resulta nada productiva y lo único que conseguiremos es mermar su autoestima sin que él sienta la necesidad de cambiar.

Fuente: Web consultas. Tu centro médico online
 

Posted: 02 Jul 2013 07:59 AM PDT

Etapas de la hiperactividad o TDAH

TDAH en niños

La prevalencia en niños en edad escolar del trastorno con hiperactividad es del 3-7%, resultando más frecuente en chicos que en chicas. Este trastorno genera en los niños problemas escolares y sociales. Afecta a los niños y adolescentes en la escuela en forma de notas más bajas en los exámenes, repetición de curso, y dificultades en aplicar conocimientos a tareas personales y escolares.

Aproximadamente, entre el 50 y el 60% de los niños con TDAH no tratado acaban por ser expulsados de clase, y entre el 10 y el 30% de los adolescentes abandonan los estudios y/o no logran terminar el bachillerato. Solo el 5% de los adolescentes con TDAH terminan sus estudios universitarios. Aunque su rendimiento académico es bajo, debido a que muchos niños con TDAH tienen problemas de aprendizaje inherentes al trastorno, se ha podido constantar que su inteligencia es igual o superior a la media (incluyendo superdotados).

En muchos de los casos suele informarse de la existencia de mal comportamiento y problemas sociales. Estos problemas suelen derivarse de la manera en la que otras personas juzgan e interactúan con los niños con TDAH. Otros niños pueden considerarlos molestos, ruidosos e infelices; tienden a resultarles antipáticos y a rechazarles. Los padres y los profesores, por su parte, suelen ser más autoritarios, controladores e invasivos con los niños con TDAH en comparación con los niños normales. Por ello, aún cuando los niños con TDAH no sean agresivos o desobedientes, por sus características personales pueden sufrir experiencias interpersonales negativas, que repercutan a la larga en el desarrollo de diversos problemas sociales.

TDAH en adolescentes y adultos

Actualmente se sabe que la hiperactividad no se desvanece tras la niñez como se creía antiguamente. Entre el 50 y el 80 por ciento de los niños con TDAH siguen mostrando problemas en la adolescencia. El problema de la hiperactividad podría disminuir en un gran número de casos. Sin embargo, se han realizado seguimientos de niños hasta la edad adulta y se ha visto que en una elevada proporción todavía se manifiestan de diferentes formas los problemas principales del trastorno, como un deterioro en las relaciones sociales, depresión, baja autoestima, conductas antisociales, problemas emocionales, consumo de drogas, y una situación de desventaja escolar o laboral. Muchos tienen empleo y son independientes  desde el punto de vista económico, pero su historial laboral es en cierto modo inestable y su posición profesional es muy baja.

No recibir un tratamiento adecuado en esta enfermedad puede repercutir negativamente sobre la salud y seguridad del paciente, ya que sufren más lesiones por accidente y más problemas de salud que el resto de la población. Por ejemplo, la incidencia de accidentes de tráfico es mayor para conductores adolescentes con TDAH no tratado que para los demás conductores adolescentes (57% frente al 39%).

Tratamiento de la hiperactividad o TDAH

Actualmente hay diferentes maneras para tratar la hiperactividad. Esta el enfoque farmacológico, las técnicas conductuales, los métodos conductuales-cognitivos y la combinación de tratamientos.

En cuanto a la farmacología, se ha demostrado que los estimulantes, lejos de aumentar la actividad en los niños con hiperactividad, consiguen lo contrario. Estos fármacos reducen la actividad y la distracción, aumentando al mismo tiempo la capacidad de atención. Pero los estimulantes tienen dos problemas fundamentales. Uno es que sus efectos suelen desaparecer a las pocas horas, haciendo preciso tomar dosis de manera relativamente frecuente (aunque ya hay medicamentos de acción prolongada). El segundo de estos problemas son los efectos secundarios, como el deterioro de la capacidad de pensamiento, pérdidas de memoria, alteración de la hormona de crecimiento, insomnio, …

Las técnicas conductuales buscan la modificación de la conducta a través de un reforzamiento del comportamiento dentro del aula y del hogar. Estas técnicas requieren mucha implicación por parte de padres y profesores.

El enfoque cognitivo conductual tiene como objetivo que el niño aprenda a mejorar su autocontrol. Para ello, el niño debe aprender a observar y registrar sus propios comportamientos. Esto suele ir seguido del reforzamiento de la conducta deseada.

La combinación del enfoque psicológico (terapias conductuales o cognitivo conductuales) y el farmacológico parece tener bastante éxito en el tratamiento de la hiperactividad, siendo la medicación el elemento aparentemente más efectivo.

Fuente:  Web consultas. Tu centro médico online
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