En nuestra biblioteca profesional tienen cabida temáticas muy diversas, ahora bien, debemos confesar que los libros sobre la educación artística ocupan la parte más extensa. Compramos muchos, cada vez seleccionando más, porque aunque es un tema muy atractivo, se detecta de inmediato si el autor/l "habla de oreja" o si tiene la bata manchada de pinturas. En este caso, en primer lugar, nos sedujo el título: "
Tiene que llover al revés. Reflexiones de un maestro de plástica". Tres claves: ya anticipamos que nos habla de un proyecto realizado; reivindica la figura del maestro de plástica; y recibió el Premio de Pedagogía Rosa Sensat en el 2008. No nos defraudó.
Lluís Vallvé Cordomí, el autor, es un maestro de educación visual y plástica que a lo largo de su vida profesional compaginó la docencia y la formación, y eso se nota en la manera en la que va desgranando en el libro su experiencia al tiempo que nos relata los trabajos plásticos con el alumnado. Una vez se finaliza la lectura, se tien la sensación de que este hombre tocó todas las teclas de la escuela: didáctica, organización escolar, relación con las familias, con el alumnado y con los compañeros/as de profesión; dudas de los docentes; alianzas con el entorno; incluso la incomprensión de la entrada del arte en la escuela por parte de alguna persona (significativa la anécdota con el inspector que le pregunta si no teme estar formando unos inadaptados por incidir tanto en la creatividad; increíble pero sabemos que esa opinión no es exclusiva de ese inspector).
Según el autor, "este libro que intenta mostrar los beneficios de la vivencia del arte, surge de la necesidad de poner orden en los propios pensamientos y en la propia práctica educativa, y de la necesidad de reflexionar sobre las ideas, convicciones e instituciones –todas ellas cambiantes- que me han ido sirviendo durante los últimos treinta años. Es fruto de la voluntad de sistematizar la experiencia que, como a tantos maestros, por un lado me pesa y se convierte en un lastre y, por otro, me proporciona alas para emprender con incertidumbre, pero con ilusión, nuevos caminos."
A lo largo de su exposición, en capítulos muy breves y con sugestivos títulos, podemos conocer distintos proyectos realizados; así es un libro que se puede ler poco a poco, o mejor aún, hay que leerlo de un tirón y luego volver sobre él para analizar más en detalle la experiencia y las reflexiones con las que se acompaña. Muestra de esos títulos de capítulos son: "¡Tienes los ojos en los dedos!", "Puede ser abstracto", "Deberes de vacaciones", "Desmontar con el lápiz", ¡Yo no entiendo el arte!, "¡Parece fácil de hacer!"…, e así ata cuarenta más. Desde aquí
se puede acceder a un avance del libro.
Luís Vallvé Coromín, nos da un montón de razones para seleccionar uno u otror, porque como él dice, la clave está en elegir: "En la escuela tenemos que saber elegir pero sin llegar a colapsar a nuestros alumnos. Esa es la clave del éxito. Los maestros nos embarcamos a menudo en más aventuras de las que podemos abarcar, y lo que es peor aún, de las que nuestros alumnos pueden digerir."
No podemos más que recomendar la lectura de esta magnífica "historia de vida profesional", y agradecer al autor que se tomara el trabajo de hacer un ejercicio de memoria y de introspección para obsequiarnos a los lectores con su relato no sólo de un maestro de plástica, sino de con las reflexiones de un gran maestro.
Por último, tan sólo queremos hacer una observación. Sabemos que para las editoriales publicar en color este tipo de libros los encarecería mucho y no tendrían tanta salida –es opinable, yo preferiría que no entrase en la media de precios habituales, pero que me permitiesen disfrutar con los colores originales de cada proyecto en fotografías de buen tamaño-. Aún así, si toman esa opción, sería muy sencillo facilitar desde la web de la editorial las imágenes originales. Tengo por seguro que no habría ninguna traba ni por parte del autor ni por parte de la editora, y así, los/las lectores/as podríamos hacernos una idea más ajustada del trabajo realizado con el alumnado. Imaginar un proyecto con una sola fotografía de pequeño tamaño en blanco y negro, eso sí que es apelar a nuestra creatividad.
Lluís tenemos que confesarte que al acabar el libro, le dimos la vuelta para ver la portada en el otro sentido, y efectivamente, constatamos que tiene que llover al revés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario