Foto de grupo de final de ciclo, con sus pequeños -grandes logros.
Es cosa sabida por todas las personas que siguen InnovArte que no somos partidarias de las celebraciones ad hoc y fastos varios que se estilan con motivo del fomento de los Grandes Valores. Por el contrario, nosotras siempre apostamos por su ejercicio diario,visibilizando y poniendo en valor esos pequeños gestos que constituyen la base real de la educación en valores. Creemos más en la repercusión educativa de la cotidianeidad de los pequeños gestos que en la de festivales, manifiestos, declaraciones, exposiciones, aplicaciones informáticas, etc, etc sobre uno u otro valor), máxime tratándose de las edades con las que nosotras trabajamos.
Así, desde hace tiempo vamos anotando esas pequeñas acciones, que están en sus manos, y que nos pueden ayudar a mejorar la convivencia, el medio y la vida en general. Le llamamos "Cosas pequeñas de gente pequeña en lugares pequeños que pueden cambiar el mundo", como homenaje al autor de este pensamiento, el recientemente desaparecido, Eduardo Galeano. Ahora, con ellas hicimos un cartel para tenerlo bien visible y saber de nuestros pequeños logros. Pueden parecer cosas insignificantes, nimias, banales o nada originales, es posible, pero concordarán con nosotras en que mucho cambiaría el mundo si todos las realizásemos: apagar la luz del aula cuando salimos, encender sólo los focos que necesitamos, no abrir el grifo con toda la presión, saludar a las personas con las que nos cruzamos y desearles un buen día, sonreír a las que nos encontramos en la calle o en las tiendas, consolar a quienes lo precisan, ayudar a los que no pueden, alegrarnos y felicitar por sus buenas acciones a los demás ...
Bien sabemos que hay quien dice que estas cosas tienen un "tufillo rancio" y parecen remitir a otras épocas y otras escuelas, es posible, pero las cosas buenas que nos hacen la vida más agradable a todos no tienen porque desaparecer ni porque parecer anticuadas. Ahora bien, los que quieran ser modernos, que le llamen como quieran, asertividad, empatía, habilidades sociales, competencias emocionales ..., etc, etc, tanto nos da como se les llame si se llevan a cabo. En cualquier caso, no pueden ser fruto de un programa sino de una vivencia real y constante (como protagonistas y como espectadores), verbalizando continuamente cada una de esas acciones tanto en el momento en el que se realizan como en el que se incumplen.
Para nosotras, no hay mejor educación para el consumo responsable, que el aprovechamiento y reutilización de recursos, el uso de materiales cotidianos excedentes, y el ejercicio de la austeridad, entendida como menos es más. Creemos que no hay mejor educación medioambiental, ecológica y en la sostenibilidad que el cuidado del patrimonio natural despertando la admiración por su belleza y conociendo los beneficios que nos produce. Pensamos que no hay mejor educación para paz y la justicia que la solución razonada y justa de los conflictos que surgen en la clase, la satisfacción por el cultivo de la amistad y del intercambio de parecer y vivencias. Por supuesto, todo ello siempre razonando y dando motivos por los que debemos comportarnos así, no porque vayan a conseguir un "premio", sino porque es la única manera posible de ser persona. Nosotras, desde el inicio del ciclo con el grupo, tratamos de hacer partícipes a las familias, de modo que en casa también se destaquen estas conquistas de los niños y de las niñas; le pedimos a los padres/madres que nos envíen notas con esas pequeñas cosas hechas por sus hijos/as que los hacen sentirse orgullosos de ellos.
Ahora que se va acercando el final de ciclo con este grupo, quisimos hacer una fotografía en la que se recogiesen todas esas pequeñas cosas de gente pequeña que pueden cambiar el mundo, para que lleven una copia para sus casas, y recuerden que hubo unos años en los que esos pequeños gestos que están en sus manos, nos ayudaron a todos a vivir más felices.
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