Las flores no viven en las tablets
Las flores no viven en las tablets. Ni las hojas de los árboles ni los caracoles. No, no viven en una tablet, ni siquiera en un ordenador de mesa. Y tampoco en un libro, no, viven entre la tierra. Tampoco los insectos ni los minerales, ni las miradas ni los sentimientos. No viven en tablets, no, ni tampoco en los libros. Viven entre el aire, entre la tierra y entre nosotros. No haría falta decir más. Pero ¿Por qué se dice esto? POR:
1. La emergente cantinela consistente en arreglar los problemas de la educación introduciendo tablets en las aulas, que se extiende insistentemente entre los pensamientos destinados a identificar los lugares de intervención adecuados para una mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
2. La ocupación de estos espacios de reflexión por esta idea, que entorpece la identificación de los verdaderos problemas que residen no ya solo en la educación, sino también en el comportamiento humano en general. La creciente presencia de trastornos de la emoción propiciados por unas configuraciones sociales producto de aplicaciones tecno-científicas a las realidades humanas, así lo atestiguan.
3. La insistente reducción de los procesos de innovación educativa a los procesos de implementación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que taponan la visión de la verdadera naturaleza de los procesos de desarrollo-aprendizaje de la infancia y juventud de nuestra especie y de las condiciones contextuales que los propician. Para leer la entrada completa en averKpasa: http://averkpasa.com/las-flores-no-viven-en-las-tablets/
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