miércoles, 16 de marzo de 2016

MareaVerde






MareaVerde


Posted: 16 Mar 2016 02:47 AM PDT
Plataforma por la Escuela Pública de Aranjuez nos envía esta concovatoria

Os informamos que proseguiremos con la recogida de firmas en Aranjuez el próximo sábado 19 de marzo, de 11:00 a 14:00 horas en las mesas del mercadillo (Calle Valeras) y la Plaza de la Constitución. Os animamos a acudir a firmar o a colaborar con la recogida. También podéis descargar la hoja de firmas y completarla con vuestros familiares y amigos. podéis descargarla aquí.

Posted: 16 Mar 2016 02:44 AM PDT
Plataforma por la Escuela Pública de Aranjuez nos envía esta información

En el próximo pleno municipal de Aranjuez, que se realizará el jueves 17 de marzo de 2016 a las 9:00 horas en el Salon de Plenos del Centro Cultural Isabel de Farnesio, se votarán dos propuestas contra el cierre de aulas públicas en nuestro municipio, una por parte del PSOE (gobierno) y otra por Aranjuez Ahora (oposición). Para explicar la actual situación y el punto de vista de la Plataforma por la Escuela Pública de Aranjuez solicitará la palabra nuestra portavoz, Ángeles Alonso.

Como el pleno es público, os invitamos a asistir y a conocer la situación de primera mano, así como el posicionamiento de cada grupo político municipal sobre el tema.

Además, ese mismo día a las 11,30 se realizará una concentración en Leganés, ante la puerta de la DAT Madrid Sur. 

Un saludo y esperamos vuestra asistencia.
Posted: 16 Mar 2016 02:42 AM PDT
Plataforma por la Escuela Pública de Aranjuez nos informa de esta convocatoria:


Posted: 16 Mar 2016 02:33 AM PDT
Asamblea de municipios del Sur por la Educación nos informa de que el miércoles 16 de marzo se reúnen a las 18:00 en C/ Antonio Machado nº 4, en la sede del grupo municipal Leganemos

Posted: 16 Mar 2016 02:29 AM PDT
La Plataforma por la Escuela Pública de Moratalaz nos envía esta convocatoria:


Próxima reunión este miércoles día 16 a las 18:30 en el IES Juana de Castilla. En esta ocasión trataremos el tema de la desaparición de grupos en centros la zona y las consecuencias para la escolarización en nuestro distrito.
Posted: 16 Mar 2016 02:26 AM PDT
FAPA Giner de los Ríos nos envía esta campaña:

NO AL DESMANTELAMIENTO DE LA ESCUELA PÚBLICA! ¡NO AL CIERRE DE AULAS!
Os solicitamos que firméis y hagáis la máxima difusión de la siguiente reivindicación:

www.reivindicaciones.org/Petition/Detail?petitionId=57BE0937-59E5-43B3-81CB-EB78AEF6F71A

¡Firma y difunde! Gracias.

Recibid un cordial saludo.

FAPA Francisco Giner de los Ríos





En el discurso de investidura de su señoría, Cristina Cifuentes, como Presidenta de la Comunidad de Madrid, expuso en referencia a la Educación Pública y "de la máxima calidad" que estaba fundamentada en la "Libre Elección":

"Mi criterio en materia educativa se centra en la libertad: En primer lugar, libertad para que los padres puedan elegir el tipo de educación que quieran para sus hijos. En segundo lugar, libertad para que las familias elijan el centro que deseen".

El derecho a la educación debe garantizarse en todos los centros públicos con la máxima equidad y calidad, por lo que las familias deberíamos poder escolarizar a nuestros hijos e hijas en el centro más cercano a su domicilio con la seguridad de que es la mejor opción porque éste tiene todos los recursos que necesita para desarrollar de forma óptima su labor y cuenta con un proyecto educativo configurado para conseguir la mejor educación para todo su alumnado. En otras palabras, las familias no deberíamos estar preocupadas por elegir un centro educativo pensando que, si no elegimos bien, podemos escolarizar a nuestros hijos e hijas en uno que no les garantice realmente su derecho a la educación en las mejores condiciones. En ese contexto, el falso discurso de la "libertad de elección de centro educativo" sería innecesario.

No obstante lo anterior, el discurso actual impuesto insiste en la "libertad de elección de centro" como un supuesto derecho que protege a la familia de los "malos centros", es decir, de "los no deseados". Y, si hacemos caso al Gobierno autonómico y dejamos al margen lo referido sobre este falso e impuesto discurso, cabría esperar que la Consejería de Educación respetara siempre las decisiones de las familias, sean cuales fueran éstas, ya que la "libertad" debería ser máxima al formularse por la Presidenta sin restricciones de tipo alguno.

Sin embargo, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, sin haberse iniciado aún el proceso de escolarización (31/03 – 15/04), ha tomado la decisión del cierre de aulas en la Educación Pública para el curso 2016/2017. Esta actuación es una continuación de las medidas adoptadas por la Consejería en los últimos años, donde vemos con estupor cómo año tras año se suprimen unidades en los centros de Educación Pública de las diferentes localidades de nuestra Comunidad. La supresión casualmente afecta siempre a colegios con características similares: públicos, no bilingües y preferentes en necesidades especiales.

Y como esta supresión la realizan antes de que empiece el plazo de escolarización, NO se tiene en cuenta el "derecho de las familias de la libre elección de centro" cuando éstas elijen la escuela pública ¿Casualidad? Por supuesto que NO.

Debemos tener en cuenta que la medida de mantener la Comunidad de Madrid como distrito único hace que no se puedan basar para la supresión de aulas en la demografía del barrio donde se ubican esos centros porque podemos constatar que muchos de estos centros afectados acogen alumnado de todas las zonas de su localidad, incluso de otras localidades.

Pero las peores consecuencias de estos cierres son:

· Aumento en la ratio por aula del alumnado. Si la legislación establece que los Centros docentes que ofrecen el 2º Ciclo de Educación Infantil y los de Primaria tendrán como máximo 25 alumnos por unidad escolar, en Secundaria Obligatoria habrá como máximo 30 y en Bachillerato 35, ¿por qué no se pueden mantener aulas de menos alumnos/as si legalmente no hay ratio mínima establecida? ¿No favoreceríamos así la "máxima calidad" en la educación?

· Desfavorecen la "libre elección para las familias" de Escuelas Infantiles Públicas de 0-6 años, centros donde habitualmente se inicia el proceso de escolarización del alumnado, que optan a una plaza sin que existan las vacantes necesarias en los centros públicos.

· Imposibilidad de admitir alumnado fuera del proceso ordinario de escolarización.

· La pérdida de profesorado definitivo y, al final, de apoyo a la etapa.

Ya que se nos traslada el mensaje de "libertad de elección", las familias queremos libertad para elegir un centro público si consideramos que es lo mejor para nuestras hijas y nuestros hijos. Por eso EXIGIMOS a la Presidenta Cristina Cifuentes y al Consejero de Educación Rafael van Grieken que asuman su responsabilidad y:

· No realicen, ni en este curso ni en los próximos, la supresión de aulas en los centros públicos en tanto que se sigan abriendo en los centros privados concertados y, en todo caso, nunca hasta no finalizado el Proceso de Admisión y comprobado que deben cerrarse aulas y no existe otra opción posible que hacerlo en la Escuela Pública, todo ello en beneficio de toda la Comunidad Educativa. Por tanto, que nunca se cierren sin haber concluido el plazo de recogida de solicitudes y computadas y adjudicadas también las segundas y demás opciones de las familias.

· Acuerdo del mínimo necesario de solicitudes para desdobles de aula y, con ello, de apertura de nuevas unidades.

· Adopten un Plan de Escolarización de cara al futuro en todas las localidades que garanticen el derecho a la educación en la red pública a todas las familias que así lo soliciten, en cualquier punto de la Comunidad de Madrid que se encuentre en el entorno de su lugar de residencia familiar.

· Que ningún centro educativo público de la Comunidad de Madrid supere las rátios máximas establecidas en el Real Decreto 132/2010 de 12 de febrero.

¡SI SE NOS LANZA EL MENSAJE DE LIBERTAD DE ELECCIÓN DE CENTRO, QUE SEA REAL CUANDO ELEGIMOS UNO PÚBLICO!
Carta de petición:


A:

Dña Cristina Cifuentes, Presidenta de la Comunidad de Madrid
Don Rafael van Grieken Salvador, Consejero de Educación, Juventud y Deporte


¡NO AL DESMANTELAMIENTO DE LA ESCUELA PÚBLICA! ¡NO AL CIERRE DE AULAS!
Atentamente:
FAPA FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS

Posted: 16 Mar 2016 02:21 AM PDT
Manuel Menor comparte con todos su último artículo:



Hablar de baratura en asuntos educativos puede ser manera de dejar todo igual o peor. Eso sí, preservando maneras aseñoradas de diferencia.

El panorama político sigue enquistado en formalidades de procedimiento que nos acabarán llevando de nuevo a las urnas. Abril está cerca y hace improbable que tengamos un gobierno estable para ocuparse de los problemas urgentes ante el examen de deuda que reclama Bruselas y, por tanto, la recuperación de una política educativa de carácter expansivo está en el aire. En Comunidades como Madrid, se acaba de anunciar una convocatoria de oposiciones sensiblemente distinta de la de años pasados, pero a todas luces insuficiente para revertir los recortes pasados. El apoyo del BCE a las vacilantes economías europeas no anima a las Bolsas y, entretanto, Oxfam nos ha advertido de nuevo que 62 familias concentran la misma riqueza que 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. Con una economía al servicio del 1%, siguen aumentando las distancias del resto de la población. Desde el inicio del siglo, la mitad más pobre de la población mundial sólo ha recibido el 1% del incremento total de riqueza, mientras que el 50% de esa nueva riqueza ha ido a parar al 1% más rico.

Sospechas de lo barato
La baratura suele valer en situaciones como esta para indicar que todo ha de seguir más o menos igual que siempre. La esgrimen más habitualmente los partidarios de los conciertos educativos, como razón preventiva casi siempre, cuando no como mérito o favor primordial que este sector del sistema educativo habría hecho al Estado  propiciando una menor inversión de recursos y, por ende, un ahorro económico considerable. Antes de asentir a esta muy interesada tesis, es recomendable a todo lector bien intencionado que trate de aclarar algunas sospechas. Principalmente, las que muestran los paralelismos de esta estrategia argumental con los marcos conceptuales a que suelen recurrir los modelos económicos de moda, para los que el interés contable no tiene cortapisas. Lo que importa –dicen- es el creciente nivel de rentabilidad, por más que sus cargas hayan de soportarlas los grupos de siempre, o que el producto final tenga carencias de valor añadido que le hacen precario. Es decir, que el valor económico reside en que el selecto accionariado se sienta satisfecho porque le vaya mejor, aunque sea a cuenta de un público cautivo y de que los otros participantes necesarios para la producción del bien o servicio estén cada vez más más en el aire o resulten crecientemente invisibles. Si las políticas que aprecian de este modo la producción, se desinteresan del aumento de la brecha social –recuérdese, en este sentido, que no es gratuito  que España haya conseguido el segundo puesto de la lista europea en desigualdad-, es irrelevante. Aunque se desprecie así a gran parte de la sociedad, al 50% de la gente joven, los parados –las mujeres paradas o mal remuneradas de que tanto se ha hablado el pasado día ocho, día de la mujer trabajadora-, y a un creciente ejército de reserva con salarios de miseria.

Será muy oportuno, por ello, tratar de acordar si no hay otros modelos más atractivos en cuanto a la promoción humana que siempre se ha de conjugar en el quehacer económico. Estos días ha vuelto a ser noticia la "prosperidad compartida" de Mercadona -esto no es publicidad, pero viene al caso- porque ganan dinero, extienden el negocio y lo están haciendo con un 95% de trabajadores fijos que tienen un promedio salarial de 1.400 euros. Es decir, que otro modelo es posible sin que la baratura –tal como la desarrolla el ultraliberalismo- sea un criterio absoluto de actuación contra los trabajadores. Esta cuestión, por otro lado, es principal en actividades educativas, siempre muy sensibles a carencias que puedan escamotearse bajo la baratura como pretexto.

La educación como coste
 De este modo, en los prolegómenos de un posible debate sobre la lógica argumental de la baratura en educación, deberá ser presupuesto indispensable dirimir cómo haya de entenderse ésta, si como "inversión" o como "coste". Todo supone dinero pero no es igual ni todo es justificable en su nombre.

Si se defiende que es un "coste", se estará primando que cada cual se pague lo suyo. La educación no será un bien común al que todos tengan derecho, sino un campo de actividad -o un servicio, si se quiere- generador de un tipo determinado de bien que, por tanto, dependerá de la capacidad económica y del valor que el mercado quiera darle. Para nada tendrá atractivo que el colectivo social tenga un nivel medio de capacidades cognitivas y actitudinales propias de un país moderno: la libre concurrencia irá diciendo. No merecerá la pena, por tanto, que el Estado presupueste alguna partida específica para este fin colectivo -a decir verdad, en su versión generalizada, tampoco se preocupó de ello durante la mayor parte de nuestro pasado- y, en consecuencia, no será uno de los rubros a sostener con los impuestos. Sin esta carga estructural, estos podrán sostenerse en niveles bajos, lo que, adicionalmente, puede venderse a los ciudadanos como muy ventajoso.

 La línea del "coste" –al menos a corto plazo y si no se advierten los inconvenientes-  es la del Estado mínimo no sólo para educación, sino también en sanidad y otras prestaciones. De modo similar a lo que era en el siglo XIX, con competencias casi únicas en el mantenimiento del orden establecido, al servicio de una estricta minoría, la que legislaba, gobernaba y establecía los principios del bien y del mal, del buen o mal gusto y, por supuesto, de la "buena educación", urbanidad y "buenas costumbres". Sostener hoy esa posición nos retrotrae, por tanto, cada vez un poco más a situaciones previas al taylorismo industrial o, más atrás todavía, hacia lo que Umberto Eco llamaba la "medievalización de la historia".

Pero si la educación ha de entenderse como actividad de concurrencia en el libre mercado, como otras muchas, no se entiende, en modo alguno, cómo ni por qué determinadas empresas de educación –en definitiva, privadas-  hayan de necesitar el proteccionismo explícito del Estado para llevar a cabo su actividad, ni menos por qué hayan de estar en disputa más o menos constante con lo que el propio Estado se ha obligado actualmente a realizar para garantizar el cumplimiento de un derecho reconocido a todos sus ciudadanos. Por tal motivo, en una época de especial crisis como la actual y más menguada de recursos, la concepción de la educación como "coste" exige que se explique, ante todo,  que en un sistema educativo como el español, la mera libre existencia de tres vías de ejercicio de ese derecho no resulta excesivamente cara para la Hacienda pública si todas han de estar, de uno u otro modo, sostenidas o subvencionadas por ella, y si los estrictos beneficiario de cada una no comparten idénticas posibilidades de elegir entre las tres y, de añadido, es altamente probable que discrepen en planteamiento cívico –eje central de un currículum educativo democrático- y que no compartan los medios y métodos concretos de enseñanza.

La educación como inversión
El entendimiento de la educación como "inversión" es meridianamente distinto y, dada la predominancia de quienes la han administrado en los últimos tiempos como "coste", tiene todavía un atractivo especialmente romántico. Parte de la decisión de construir un Estado amplio y democrático, como una gran "Polis" aristotélica en que quepan todos los ciudadanos y con derecho a la palabra. Pone en primer plano, por esta razón, la subida generalizada del saber que puede proporcionar la escuela y, consiguientemente, tendrá preocupación por datarla como mejor le permitan las circunstancias económicas, pues ese bien deberá estar al alcance de todos como riqueza compartida.

Los partidarios de esta línea política son los primeros en saber que nada es gratis y que menos lo es una buena organización del sistema educativo en que, ante todo, quepan todos, incluidos los más diversos. Por ello mismo tratarán de mejorar en lo posible la buena gestión y  administración de los siempre limitados recursos y, en la medida de sus posibilidades para dar valor real a lo que estiman valioso, se ocuparán de  habilitar al efecto una proporción adecuada a lo que de la educación dicen esperar. No suelen jugar, por ejemplo, con la pantomima de que se puede tener una buena educación con escasos recursos, principio cuyo fallo principal  es que ninguna prestación de la amplitud de esta, y requerida de holgados y constantes recursos, se puede sostener por mero voluntarismo y vocación. Nunca la extensión de un bien público de similar dimensión ha funcionado bajo el supuesto exclusivo de tales intencionalidades y propósitos: ni siquiera en la Edad Media, cuando la idea motriz de la caridad podía mover a los creyentes de manera masiva, pudo evitarse la extensión grave de la pobreza y el hambre. La generalización de los derechos sociales -primero en el Estado Social y más tarde en el Estado de Bienestar Social- sólo fue posible en virtud del intervencionismo del Estado, con leyes e instituciones que recortasen la omnímoda intangibilidad que habían adquirido los derechos de la propiedad privada.

También esto último es relevante, porque la virtud de hablar de supuestas baraturas es que  hurta otro imprescindible debate que debe preceder a todo lo dicho: las diferencias entre "servicio público" y "escuela pública", en amalgama con diversos solapamientos que las ingenierías administrativas han ido fortaleciendo entre público y privado. Estas suplantaciones han propiciado la ampliación de un capitalismo especialmente atractivo por su rentabilidad asegurada pero no por su productividad social. Con el público como rehén y el Estado como garante permanente, unos pocos beneficiarios detraen bienes de que disfrutan con desfachatez. Es una manera de proseguir uno de los fórmulas primordiales de la desamortización decimonónica, que tanto aprovechó a un selecto grupo de adinerados –dejando a los demás con similares o mayores carencias que las que tenían-  y cuya metodología tanto denostó uno de nuestros primeros economistas prestigiosos: Álvaro Flórez Estrada.

Las tres Bes
Al argumentar con supuestas baraturas, en educación ha de aclararse, pues, si de coste o inversión se está hablando. Se ahorrarán malentendidos que a nada conducen. Hace ya tiempo, había una céntrica sastrería conocida como "Las tres Bes": Bueno, Bonito y Barato. Su propaganda resultaba cada vez menos convincente a los habitantes de la ciudad donde estaba ubicada. Cada día era más raro ver que hubiera alguien comprando que no fuera un desprevenido vecino de alguna remota aldea, más o menos incauto. En su lugar han proliferado otras maneras de marketing –no solo en lo textil- que siguen jugando con similares tres Bes. (Continuará).


Posted: 16 Mar 2016 03:02 AM PDT
Mostrando 421918409_70198.jpgMostrando 421918409_70198.jpgMostrando 421918409_70198.jpg
You are subscribed to email updates from MareaVerde.
To stop receiving these emails, you may unsubscribe now.
Email delivery powered by Google
Google Inc., 1600 Amphitheatre Parkway, Mountain View, CA 94043, United States

No hay comentarios:

Publicar un comentario