En su privilegiada localización del
parque Puccini, se encuentra la escuela infantil Parco Drago que acoge a niños/as de 3-6 años al lado de la Lago Mago de 0-3. Nosotras, personalmente creemos que este es el centro ideal de infantil, el modelo hacia el el cual debería tender la normativa y las nuevas construcción escolares. Un edificio que aglutine los dos ciclos de infantil, pese a que con vidas diferentes, entradas diferentes, pero un mismo lugar, un referente para toda la etapa infantil.
Sobre esto hemos debatido con compañeras, ya que no hay muchas que sean partidarias del modelo; prefieren compartir con primaria que con 0-3. Creemos que tras esas determinaciones subyacen muchos prejuicios subconscientes contra el primer ciclo, contra su consideración de "guardería" -desafortunadamente, aun no superada, pese a los discursos retóricos educativo vs. asistencial-, y contra las diferencias de estatus profesional de educadores, maestros y profesores. A nuestro entender, estos complejos profesionales, no favorecen mucho la calidad de la atención a la infancia.
Aquí, en horario de 8:00 a 16:00 atienden 37 niños/as de 3 años (3 enseñantes), 41 de 4 años (4 enseñantes) y 36 de 5 años (3 enseñantes). Si echamos la cuenta, no difiere mucho de nuestra situación (contabilizando tutoras, apoyos y especialistas), pero organizados de otra manera, ya que siempre hay dos personas con cada grupo, eso les permite hacer desdobles y trabajar en pequeño grupo. El alumnado se distribuye a comienzo de curso, buscando un equilibrio y diversidad entre los niños, no por orden alfabético como se suele hacer habitualmente.
Cada educadora trabaja 30 horas con las criaturas, y luego una hora de coordinación; una vez a la semana se reúne el profesorado de la escuela, y una vez al mes con el de otros centros de infantil.
En Parco Drago, tienen un proyecto fijo, que es el trabajo sobre el parque, la naturaleza, su conocimiento, respeto y conservación. Este es un eje vertebrador, así recogen sus experiencias de varios años en la publicación "Per mano. Pistoia: itinerari di bambini nella natura". En la actualidad, desarrollan un proyecto de fotografía de la naturaleza, siendo los niños los fotógrafos (sus ojos no miran ni ven lo mismo que los de los adultos), y ahora exponen estas imágenes en el ayuntamiento.
De aquí, nos gustó una idea que tienen de realizar todas las rutinas entre 3 niños/as, así se ven obligados a la búsqueda del consenso, a ponerse de acuerdo, por ejemplo sobre el tiempo que hace o como está el cielo.
Tienen otro juego que no vimos en otro lugar que es el "sombrero de pensar", un elemento "mágico" que facilita las reflexiones complejas; para ello diseñan y elaboran modelos de sombreros de lo más creativos, como se puede apreciar en las fotografías.
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