De regreso todavía andamos dejando que las experiencias y las reuniones mantenidas se reposen un poco. Al parecer muchos padres descubren que sus hijos tienen problemas graves de aprendizaje cuando a los 5 o 6 años van a matricularlos al colegio y éste no se los acepta. En ocasiones, cuando la discapacidad es muy llamativa y apreciable desde el nacimiento, son abandonados en las calles dentro de una caja.
Existen talleres ocupacionales, sin embargo la atención a la primera y segunda infancia es reducida. Existen algunos centros públicos y privados de educación especial, pero tras dos visitas no ha sido posible visitar ninguno. Hemos localizado una asociación que trabaja en el diagnóstico e intervención de dificultades de aprendizaje de tipo variado y un hogar para personas con discapacidad mental. Ambos grupos están interesados al menos en formación para no profesionales y en asesoramiento educativo. Seguimos trabajando, porque "cualquiera puede cambiar el mundo".
Julia
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