Vagabundo tras la libertad |
Posted: 28 Oct 2013 03:41 PM PDT
No hay dificultades de aprendizaje sino dificultades de enseñanza John cuenta que cuando era pequeño tuvo problemas en la escuela. Cuando intentaron enseñarles a leer, él no aprendió, así que le pusieron en una clase especial y finalmente lo volvieron a cambiar para ponerlo en el grupo de los menos capacitados donde sólo estaban él y otra niña. Les pusieron sendos "sombreros de burros" y los dejaron "reflexionando" hasta que decidieran que iban a participar de su propio aprendizaje. Más tarde John decidió que ese sombrero era en realidad un sombrero de mago, sólo que él aún no sabía cómo se usaba. Así que no se "portaba bien", no hacía lo que sus profesores esperaban de él, por lo que el colegio llamó a los padres y les comunicó que el niño tenía dificultades de aprendizaje y dislexia, que nunca iba a aprender a leer, a escribir ni a conseguir nada en su vida. Les recomendó que se centraran en el deporte, ya que le gustaba correr y probablemente sería lo único para lo que podría servir. John tenía un motivo para correr y es que había nacido con un problema en el pie que le obligaba a usar un aparato ortopédico. Tantas ganas tenía de quitárselo que prometió dedicarse al deporte y corregir así su postura. No ha dejado de correr desde 1960. "Estoy convencido de que la mayoría de los retos a los que nos enfrentamos son en realidad las mayores bendiciones de nuestra vida". Ésta es una de sus lecciones. John desarrolló algunas estrategias para ir superando los cursos a pesar de sus dificultades, la más importante de las cuales consistía en hacer preguntas a los mejores alumnos para que le explicaran en sus palabras lo que habían entendido de cada clase. Así fue depurando su técnica de hacer las preguntas adecuadas que más tarde le serviría para crear su propio método de desarrollo personal. Dejó la escuela muy pronto sin haber aprendido a leer ni a escribir y se fue a hacer surf, viviendo en la calle durante algún tiempo. Hasta que un día asistió a una conferencia de Paul Bragg que le cambió la vida pues en ese momento decidió que quería dedicarse a lo mismo que él: a viajar enseñando a la gente a sacar el mayor potencial de sus vidas. Por suerte su deseo fue más grande que sus dificultades. Aprendió a leer y a escribir, estudió y se dedicó a la quiropráctica hasta que logró cumplir su sueño de viajar por todo el mundo ayudando a la gente a desarrollar todo su potencial, a cumplir sus propios sueños dando un servicio a los demás. Desde entonces ha ayudado a muchos niños que habían sido marcados con diversas etiquetas por el sistema escolar, por el sistema sanitario y por sus propios padres. Como nosotros, John está convencido de que no existen dificultades de aprendizaje sino dificultades de enseñanza que se resumen en una profunda incapacidad de comunicarse con los niños. Él es un vivo ejemplo de esto. Su experiencia escolar le llevó a convertirse en un reconocido experto mundial en comportamiento humano que lee, escribe y se comunica a la perfección. Hoy el nombre de John Demartini ya no está ligado a las dificultades y al fracaso sino al éxito y la superación personal. Fuente: http://sistemaescolar.libertadeducativa.org/ |
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