miércoles, 11 de junio de 2014

Aula propuesta educativa




Aula propuesta educativa


Posted: 10 Jun 2014 10:55 AM PDT

Ser docente

¿Por qué Seth Godin puede hacerte mejor docente? Aquí tienes 10 razones.

1. "El mejor momento era el año pasado. El segundo mejor momento es ahora".

  • ¿A qué esperas? ¿Necesitas que pase otro curso para llevar a cabo una actividad, un tema o un proyecto? La respuesta es no. El ahora es el nuevo ayer. No te pases el curso pensando en lo que harás durante el próximo curso. Simplemente empieza a hacerlo. Ahora mismo. Sí. Ya.

2. "La cuestión no es si es posible hacerlo. Hoy la pregunta clave es: ¿Te decidirás a hacerlo?"

  • Piensa en el tiempo que inviertes en pensar lo que te gustaría hacer y no haces. Si piensas pero no llevas a cabo lo que piensas, entonces no estarás pensando, estarás soñando. Y ya sabes que pasa con los sueños, que se quedan en eso, en meros sueños. Despierta. El mundo real está en las aulas.

3. "Lo más fácil es reaccionar. Lo segundo más fácil es responder. Pero lo más difícil es iniciar."

  • Te encanta quejarte. Tienes mil razones para hacerlo. Es más, incluso te dicen de lo que debes quejarte. Si te quejas eres un reaccionario. No está mal. Te encanta responder. Eres un experto en hacer propuestas. Eres un experto en cambiar en mundo. Eso sí, de palabra. Así que reaccionas ante lo que dicen que es injusto y propones cambiarlo con el poder de tus palabras. ¡Felicidades! Lo que acabas de hacer no sirve absolutamente para nada. Levántate en silencio y produce. Toma la iniciativa. Crea algo y los demás te seguirán. En esto consiste el liderazgo.

4. "El costo de equivocarse es menor que el costo de no hacer nada."

  • Tienes un miedo enfermizo a equivocarte, a errar, a hacer el ridículo, a fracasar. La cultura en la que vives se encarga de recordártelo todos los días. Pero lo que no te cuenta esta falsa cultura del éxito es que el éxito es la suma de múltiples fracasos y errores. ¿Cómo podrás saber si has alcanzado el éxito si no has experimentado lo que supone el fracaso? El día que fracases recuerda que estarás algo más cerca del éxito. Piensa en ello cada vez que finalices una sesión lectiva. Piensa en lo que has errado y, simplemente, cámbialo. Si lo cambias, no habrás fracasado, te habrás acercado al éxito. Un éxito que será capaz de llevarte a la excelencia.

5. "No pierdas el tiempo buscando un lápiz mejor: aprende a escribir mejor."

  • Créeme si te digo que la profesión de docente es una de las profesiones que peor gestiona su tiempo.  El error consiste en no pensar en cómo transformarlo. He dicho transformarlo, no gestionarlo. Gestionar el tiempo es en sí una absoluta pérdida de tiempo. Deja de gestionar tu tiempo y ponte a transformarlo. En el artículo Docente, ¿te atreves a ser una vaca púrpura? te enseño algunas claves de cómo transformé mi tiempo.

6. "No todo el mundo es tu cliente."

  • El peor error que puedes cometer cuando enseñas a un grupo es pensar que serás capaz de enseñar a todo el grupo, que serás capaz de transmitirles tus conocimientos, que serás capaz de hacerles entender su utilidad y su valor. Desengáñate. No lo conseguirás. Nunca podrás contentar a todos tus alumnos. Si no eres capaz de aceptar esta máxima, entonces vivirás en un estado de frustración continuo. Empieza a pensar que, aunque enseñas a todos, no podrás llegar por igual a todos.

7. "Todo el mundo es experto en algo."

  • Sí. Así es. Tú también eres un experto en algo. Y seguramente a día de hoy aún no sepas en qué. Incluso me atrevería a pensar que si eres un experto en algo, seguramente no tendrá nada que ver con la educación. Así que tienes dos misiones que cumplir: la primera consiste en adivinar en qué eres un experto y la segunda es que cuando sepas en qué eres un experto, seas capaz de aplicarlo en tus sesiones lectivas. Consíguelo y tu profesión cambiará radicalmente. Es más, como te gustará tanto tu trabajo, muy probablemente dejarás de pensar que se trata de un trabajo. Por cierto, Seth Godin dice que para ser experto en algo necesitas un mínimo de 10.000 horas. Así que ponte ahora mismo a buscar.

8. Usted puede escuchar lo que la gente dice. Pero será mucho más eficaz si se escucha lo que la gente hace.

  • En tu trabajo debes elegir entre decir o hacer. Es lo que va a marcar la diferencia en tu trabajo y, probablemente, en tu vida. Puedes optar por pasarte el día diciendo cosas, quejándote de tus alumnos, criticando a tus compañeros, equipo directivo, administración, padres… Te aseguro que es un esfuerzo tan encomiable como inútil. La otra opción que tienes es dejar de decir y empezar a hacer, es decir, empezar a proponer, empezar a arriesgar, empezar a innovar y, por qué no, empezar a inspirar.

9. "Los buenos vendedores son los que cuentan historias."

  • ¿Para qué explicar si puedes enseñar? ¿Para qué enseñar si puedes contar?

10. La gente rara vez compra lo que necesita. Compra lo que quiere.

  • La profesión de docente tiene dos principios muy claros. Lo malo es que como docente sólo sueles aplicar uno. Y no todos los días. El principio que aplicas consiste en dar a entender a tus alumnos la utilidad de lo que les enseñas. Hasta aquí perfecto. Pero no es suficiente. No sólo debes enseñarles su utilidad, también debes enseñarles a amarlo, a sentirlo. Debes conseguir que no sólo necesiten entenderlo, sino que quieran adquirir esa enseñanza, que quieran quedársela para ellos. ¿Cómo conseguirlo? Muy fácil. Transmitiéndoles tu pasión y tu entusiasmo. Enséñales lo que amas y tus alumnos te lo acabarán comprando.


Posted: 10 Jun 2014 07:02 AM PDT
Posted: 10 Jun 2014 06:47 AM PDT
Posted: 10 Jun 2014 10:11 AM PDT

En la obra de Faber y Mazlish "Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen" se describen seis buenas tácticas para librar a nuestro hijo de los encasillamientos:
  • Buscar oportunidades para mostrar al niño una nueva imagen de sí mismo. Reconocer los cambios por pequeños que éstos sean.
    Algunos ejemplos:
    Si tu hijo se queja mucho, cada vez que pida algo sin queja haz hincapié en alabarle, más que en reñirle cuando se queja. El vínculo de cariño y de respeto es más efectivo que las riñas y los castigos.
     
  • Ponerle en situaciones en las que pueda verse de otra manera.Darle oportunidades para el éxito es lo que más le motivará a cambiar. Remarcar una y otra vez aquello que hace mal dificulta enormemente el cambio. Demostrarle que tiene nuestra confianza, remarcar los avances por pequeños que sean y mostrar entusiasmo cuando logra mejorar.Algunos ejemplos:Si tu hijo es poco hábil, puedes pedirle a menudo que te ayude con pequeñas tareas de reparación o de mantenimiento en casa. Si trabajas con él puedes supervisarle, siempre intentando no ser críticos ni negativos.Si tiene tendencia a ser desorganizado, pídele que ordene algún cajón de casa o que te ayude a ordenar el garaje, que se encargue de hacer la lista de lo que necesitarás para la próxima fiesta de cumpleaños o para la salida del domingo al campo. De lo que se trata es de aprovechar cuantas oportunidades para el éxito se te ofrezcan.  Cambiar nuestra actitud hacia él, confiando en que dará lo mejor de sí mismo si le damos oportunidad es condición indispensable para el cambio.
  • Intentar que te oiga cuando dices algo favorable sobre él a otra persona, así podrá ver cuál es el concepto que tienes de él. Nuestra opinión marca profundamente el concepto que nuestros hijos tienen de sí mismos. 
  • Ejemplificar el comportamiento deseado con nuestra propia conducta. Recordemos que somos modelos para ellos.
  •  Recordarle las cosas que ha sido capaz de hacer bien. Todos nos sentimos bien cuando recordamos nuestros éxitos. Todos los niños hacen montones de cosas bien. Fijémonos en ellas repasándolas juntos.
  • Cuando tu hijo actúe según la vieja etiqueta, expresa tus  sentimientos y/o expectativas. Él puede saber que su conducta es equivocada pero debemos también ser capaces de darle salidas y soluciones en la dirección adecuada. Frente a una conducta inadecuada es preferible comunicar que nos sentimos mal o que estamos enfadados, o bien que nos molesta su actuación, o cuál debería haber sido su comportamiento, etc. en vez de cargar las tintas sobre el fracaso, sea éste un objeto roto, una merienda olvidada o una queja repetida.
A estas seis tácticas podemos añadir:
  •  Atender al uso que hacemos de palabras como "siempre" o "nunca". Por ejemplo: "No cambiarás nunca", "Siempre dejas tu escritorio desordenado", cierran el futuro del niño sentenciando al fracaso cualquier intento de cambio.
  • Revisar nuestro pasado como niños. Descubramos si nos "colgaron" alguna etiqueta y miremos cómo nos ha afectado. La mejor manera de entender a nuestros hijos es poniéndonos en su lugar.
Carmen Herrera García
Profesora de Educación Infantil
y Primaria
You are subscribed to email updates from Aula propuesta educativa
To stop receiving these emails, you may unsubscribe now.
Email delivery powered by Google
Google Inc., 20 West Kinzie, Chicago IL USA 60610

No hay comentarios:

Publicar un comentario