Falta mucha transparencia en las aulas de nuestro país. La mayoría de experiencias y de aciertos (o errores) se llevan a cabo en entornos muy cerrados. Entornos sellados por un gran candado (entre legal -vete a saber quién te va a denunciar por decir lo que pasa en tu aula- y tradicional -la tradición dice, e incluso algunos docentes han soltado la frasecita de marras en algún Claustro, que la ropa sucia se ha de lavar dentro del aula). Y después nos quejamos de la imposibilidad de avanzar...
Vamos a proponer algo diferente. Vamos a plantear la posibilidad de, con la facilidad para hacerlo nos permiten los blogs u otro tipo de herramientas, conseguir que un centro educativo sea pionero en transparencia. Transparencia sobre la base de la publicación de lo que se está haciendo en función de todos los roles que existen en el mismo.
- Diario de aula
- Diario de alumnos
- Diario de docentes
- Diario de padres
¿Os imagináis que los siguientes diarios de aula fueran de acceso libre por parte de cualquiera? ¿Os imagináis la mejora que supondría lo anterior? ¿Os imagináis qué pasaría si la perspectiva que nos dieran los cuatro diarios anteriores sirvieran para comprender las necesidades reales de cada uno de los miembros de la comunidad educativa?
Me gusta hablar de utopías que tienen la posibilidad de cumplirse. En este caso no creo que fuera nada difícil gestionar un hosting y un dominio donde se incluyeran las aportaciones de todos esos colectivos. ¿No se podría dedicar la última media hora de cada jornada escolar a escribir sobre lo que ha pasado? ¿No se podría pedir que, tanto docentes como alumnos, expusieran lo que han vivido ese día? ¿No podríamos pedir lo mismo a los padres para que expresaran sus necesidades y sensaciones acerca de la evolución de sus hijos o de cuestiones que piensan que se deben mejorar? Aparte de lo anterior, ¿alguien se imagina el incremento de habilidades que se conseguirían en algo tan necesario como es el saber expresar tus ideas por escrito?
No hay un método único para realizar lo anterior. Si no son blogs escritos (algo que, por diferentes motivos, puede ser complicado para algunos), ¿por qué no hacer grabaciones de vídeo que se suban a esos espacios reflexionando sobre las vivencias de cada uno? ¿Por qué no permitir que entre todos sepamos hallar un camino para investigar lo que no funciona e intentar mejorarlo? ¿Por qué ceñirnos a unas puertas y unos recintos con vallas demasiado parecidas a los, por suerte, campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial? ¿Por qué no optar por la política de ser transparente?
Hace mucho tiempo que abogo por tomar políticas aperturistas en los centros educativos. Por permitir que todo el mundo sepa lo que sucede en las aulas. Por permitir que todos los que participan en la educación (y somos todos) intenten incorporar sus inquietudes y pensamientos para poder mejorar las cosas. Sin que se opine y se analicen dichas opiniones no hay mejora posible. Sin saber lo que piensan los miembros de la comunidad educativa, más allá de las típicas reuniones en pequeño comité y el considerar enemigos irreconciliables determinados actores, poco se puede hacer para mejorar.
La mejora debe partir del propio centro con ayuda de todos y la existencia/exigencia de un mecanismo para hacer transparente lo anterior para ser analizado por todos sería de gran ayuda.
El curso que viene éste es uno de mis proyectos. Mi diario de aula en abierto y el de mis alumnos para establecer feedbacks con mi asignatura. También se lo pediré a los padres... ya veremos. Cómo me gustaría que, en el primer Claustro de curso, donde hablaré de la idea, se mostraran dispuestos a participar todos mis compañeros. Pero, después de más de quince años en esto, sin perder nunca la ligera esperanza que me queda, tengo bastante claro lo que va a suceder. Ojalá me equivoque. Ojalá.
Quiero unos centros educativos transparentes para toda la sociedad, ¡no creo que sea tan malo exigirlo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario