Hace ya un tiempo que está paciendo por las redes sociales la siguiente infografía donde, de forma muy sencilla, nos informan de que a lo que muchos asocian como "rigor" en el ámbito educativo deja de serlo para convertirse en algo que, por mucho que se postule como lo anterior, ni se le parece ni se espera que se le parezca. Conviene ser rigurosos porque, si ni tan sólo sabemos la definición de lo que promulgamos o confundimos el concepto, vamos por mal camino.
Fuente: Twitter (me ha sido imposible encontrar la fuente primera)
Podemos considerar "rigor" como:
- Favorecer el pensamiento estructurado
- Favorecer la planificación del pensamiento
- Evaluar la capacidad de extrapolar ideas de un contenido teórico
- Reconocer el nivel de pensamiento que los alumnos demuestran en su quehacer diario
- Gestionar las clases/nivel de aprendizaje para el nivel de pensamiento deseado
En cambio, no podemos considerar "rigor" como:
- Más cantidad o evaluaciones más duras
- Hacer grupos de nivel o posibilidad de obtención de acreditaciones por "buen desempeño académico"
- El nivel del libro de lectura o la dificultad de los contenidos que explicamos
- Más trabajo
- Más deberes
Resulta curiosa que la concepción del concepto se aleja en gran medida de lo que supone la "educación tradicional" y de los "tests" (pruebas diagnóstico, PISA, etc.) que cada vez son más habituales para nuestros alumnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario