La alcachofa o alcaucil es un alimento que posee muchísimas propiedades curativas, por lo que se debe tenerla presente a la hora de elaborar algunos platos y la debe incluir en la dieta de todos los días. Estimula el apetito ya que disminuye el exceso de ácido clorhídrico del estómago, por lo que alivia los síntomas de acidez y pesadez ante las malas digestiones lentas. Permite una mejor producción de bilis y favorece su depósito en el intestino, tiene un efecto desintoxicante hepático y regenerador de las células del hígado. Y también es beneficioso para aquellas
personas que padecen cálculos y arenillas biliares, debido a que disminuye la acción de los cólicos. Por su contenido ayuda al aparato urinario, activando las vías urinarias y ayudando a equilibrar el metabolismo. Es un buen depurante y desintoxicante, y está indicado en tratamientos de reumatismo, artritis y gota, por sus propiedades diuréticas. Ayuda en la diabetes, ya que mantiene el nivel de azúcar estable, y facilita la eliminación de colesterol en sangre permitiendo que las arterias lo barran. Debido a que contiene Cinarina permite una mejor secreción de bilis por parte de la vesícula, mejora el metabolismo graso y aumenta la lipólisis orgánica. Esta sustancia, ejerce un efecto diurético, estimula al riñón y ayuda a eliminar el exceso de líquidos. Los Fitoesteroles que posee ayudan a restringir la absorción de colesterol a nivel intestinal e impiden su acumulación en el organismo, además evitan la ateroesclerosis y por consiguiente, las posibles enfermedades coronarias. Las alcachofas cuentan con varias propiedades se utilizan para perder de peso, favorece y la digestión de las grasas. Por este motivo se realizan varios medicamentos en base a este vegetal, debido a que es muy bueno en la función hepática. No caben dudas que es un vegetal más que beneficioso y se lo debe incluir en la dieta diaria para poder aprovechar de las propiedades que le ofrece al organismo.
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