Este curso, después de décadas de ir disminuyendo progresivamente en número de alumnos matriculados de religión en la escuela pública, ha habido un repunte de esa asignatura. El boom de la religión en los centros educativos se da en el momento en que, curiosamente, se dota de nuevo a la asignatura de valor académico. Sí, no hay nada como dotar de valor académico a una asignatura que reparte dieces a doquier para aumentar la cantidad de matriculados hasta límites insospechados.
El repunte en etapas obligatorias (Primaria y ESO) se ha dado en porcentajes poco apreciables pero, es llegar al Bachillerato y observar como centros educativos que habían logrado eliminar ese adoctrinamiento en esa etapa, tienen problemas por recolocar a tantos alumnos que este curso han optado por cursar esa asignatura. ¿Será que ha habido un aumento de fe de repente entre la juventud española? ¿Será que, con el nuevo Papa, la iglesia católica vuelve a estar de moda? ¿O será que, al regalar notas y valer para la media del expediente de Bachillerato, haya muchos que piensen en lo que supone tener que estudiar una asignatura menos y garantizar, así, una nota que les puede servir para acceder a la carrera con alguna décima más?
Yo no voy a ser malpensado. No voy a pensar que cuando a un alumno de Bachillerato de letras (sea humanístico o social -sí, ahora no tengo claro cómo queda realmente con la LOMCE el tema pero, para que nos entendamos he puesto eso "de letras") se le ofrece como alternativa para cursar obligatoriamente Cultura Científica, Anatomía Aplicada o Religión, se vea abocado a caer en manos de la iglesia. No voy a pensar tampoco que haya alumnado del Bachillerato científico (en cualquiera de sus vertientes) que quiera, como mínimo, tener una asignatura fácil que no le exija ningún esfuerzo y garantice una buena nota. Creo quizás que ha habido un repunte debido a la claridad de ideas y a lo imprescindible que supone en, un mundo tan global, a pertenecer a una iglesia como la católica. Creo que la campaña de mercadotecnia de la iglesia católica ha conseguido sus frutos. Y, como no, esto de las reuniones a alto nivel para otorgar valor a una asignatura que, en Bachillerato prácticamente había desaparecido de todos los centros públicos, ha tenido algo que ver.
Sinceramente, resulta curioso que, en ocasiones se hable de recuperar la fe llenando iglesias cuando, lo realmente efectivo es otorgar un valor numérico alto en unas actas de evaluación para que, como mínimo la juventud vuelva a creer en las bondades y virtudes de la iglesia católica. Una iglesia que ha gestionado soberanamente bien la LOMCE para conseguir, de nuevo, unas cotas de poder pedagógico y de adoctrinamiento que, últimamente, eran bastante residuales.
Lo siento, yo lo tengo claro... religión (todas) fuera de la escuela YA. Hay cosas más importantes que hacer en esas horas y, con el dinero de ahorro en la contratación de personal para impartir lo anterior, más posibilidad de tener apoyos en otras asignaturas.
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