Jordi Martí publicó:"Una parte de la retribución del profesorado podría estar relacionada con la evaluación del centro entero. Palabras textuales del ejecutor del libro blanco de la función docente, el antaño profesor de filosofía (no he podido encontrar exactamente la cantid"
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Una parte de la retribución del profesorado podría estar relacionada con la evaluación del centro entero. Palabras textuales del ejecutor del libro blanco de la función docente, el antaño profesor de filosofía (no he podido encontrar exactamente la cantidad de años que estuvo en activo en un centro de Secundaria pero, como mínimo, por su edad actual y por la cantidad de años que ha estado en excedencia, estoy convencido de que trabajó antes de la LOGSE -según algunos fue coetáneo de Pío Baroja pero, ya sabemos que las redes sociales son muy crueles-) que es el encargado por el nuevo Ministro de redactar un Libro Blanco de la Función Docente. Un libro donde, ya avisa, que una de sus propuestas será la de vincular el salario de los profesores con la evaluación del centro. Para que la gente lo entienda... vincular el salario de los docentes a los resultados en PISA (u otra prueba estandarizada que se inventen) de los alumnos de ese centro educativo. Otra apuesta neoliberal que, por desgracia, se vende muy bien para algunos pero que, curiosamente, carece de ninguna base que sustente dicha relación. Por desgracia, y todos los que trabajamos en las aulas lo sabemos, nuestra profesionalidad y la de nuestros compañeros es algo muy difícil de evaluar de forma objetiva: ni todos los cursos tienes el mismo grupo de alumnos, ni todos los centros están situados en las mismas zonas geográficas (con lo que ello implica) ni, por desgracia, podemos saber a corto plazo si un alumno va a tener o no éxito social -que no profesional-. ¿Alguien me sabría decir en qué consiste que un alumno tenga éxito? ¿En que tenga, posteriormente, un título universitario? ¿En qué sea un buen profesional y ocupe cargos intermedios? ¿En qué sea capaz de tener ideas y montar su empresa? O, tal como plantea Marina, ¿en que tenga unos buenos resultados en unas pruebas estandarizadas?
Nunca he dudado en la necesidad de apostar por un sistema de "ayuda" -que no sanción- al profesorado. Hay profesorado bueno, regular y, por qué no reconocerlo, malo pero, ¿alguien se piensa que es por culpa de ser malos profesionales? ¿Nadie se plantea que lo anterior puede deberse a una falta de empatía colectiva o, incluso, a una falta de uso de los instrumentos que, actualmente, ya existen -aunque no se usan- para corregir dichas situaciones? ¿Realmente es mejor convertir los centros educativos en un simple número que indique lo que se va a cobrar en los mismos? ¿Alguien con dos dedos de frente no ve que lo anterior lo único que va a hacer es convertir algunos centros en guetos laborales? Yo lo veo claro pero, por lo visto, los que proponen, disponen y, cómo no, aquellos que desconocen la realidad interna del funcionamiento de los centros educativos, se apuntan a una caza de brujas indiscriminada. Eso sí, si no quieres estar sujeto a dicha caza de brujas y cuestionas la medida ya tienes la etiqueta... "es que eres un mal docente -póngase vago u otros epítetos aún menos amables- por no querer que te evalúen"
Me da la sensación que la apuesta del Ministerio es más ideológica que necesaria. Que hay muchas cuestiones previas antes de caer en el reduccionismo educativo que demuestran estas propuestas lanzadas tan a la ligera. No creo que la solución educativa venga de una mayor evaluación de los actores que participan en el entramado. Creo, más bien, que la solución pasa por un trabajo colaborativo entre la administración, docentes, alumnos y padres. Lo demás, humo o lanzamiento de bellotas, para que algunos puedan satisfacer su ideología. Eso sí, lo que es sabido es que, empezar la casa por el tejado es algo que da muy malos resultados.
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