Un zorrito vestido de militar a lo Ágatha Ruiz de la Prada y un topito haciendo el signo de la victoria. Si no es porque el título dice "Formas", ¡quién iba a decir que el libro nos va a enseñar a reconocer figuras geométricas!
"
Formas" es una preciosa novedad editorial, pero no es una idea nueva. Podríamos decir que es
un pedacito de la historia del diseño, porque
John J. Reiss lo concibió en la década de los 70 y ha sido obra de referencia en la literatura infantil junto con otras obras del autor, todas exquisitamente ilustradas, hasta que por fin en 2016
Blackie Books ha decidido editarlo en castellano.
Tanto "Formas" como el resto de la obra de este diseñador, está formada casi en exclusividad por unas imagenes que llaman la atención por su caracter sencillo y lineal, prescindiendo de bordes, y sobre todo por sus colores, pues son muy vivos y llamativos. Parecen pensadas para captar la atención de todos, pero especialmente de los más pequeños. Disculpad la calidad de mis imágenes, porque no me ha sido posible captar la belleza de las imágenes, sobre todo en cuanto a colores, con la cámara del móvil.
El texto es escaso, sólo se nombra cada forma geométrica y los objetos formados por las mismas, pero tiene la peculiaridad de ser bilingüe, castellano - inglés en mi caso (que, como podéis imaginar me viene genial como teacher), aunque me consta que también existe la versión catalán - inglés. Pero no se necesita mucho más, para reconocer las formas geométricas lo que tiene que hablar es la imagen que la muestra.
La dinámica del libro está igualmente bien pensada: en las dos primeras páginas se presenta la figura, con el nombre y una composición que podríamos llamar abstracta hecha a base de esa misma figura en diferentes colores y tamaños; en las dos páginas que siguen encontramos diferentes composiciones que ya no son nada abstractas, sino todo lo contrario, son la respuesta a la pregunta "¿qué cosas tienen esta forma?"; y finalmente otras dos páginas que suponen un importante escalón más en la cognición infantil, puesto que se muestran qué cuerpo sólido se obtiene al combinar de manera tridimensional varias piezas de la figura protagonista. Así pues, se trata de un libro con mucho recorrido, puesto que va desde lo más sencillo hasta lo más abstracto y a veces incluso dificil de ver, de manera que conservará su valor durante varios años en la vida del niño.
Por tanto, mi propuesta es que, para sacarle el máximo partido, se trabaje en distintos momentos del desarrollo, conforme la función cognitiva va creciendo.
Lo primero es la presentación de la forma. Antes incluso de decir el nombre yo cuento sus lados rítmicamente y lo repito varias veces en las figuras contiguas. Luego lo repito con el mismo ritmo dibujando la figura en el aire e invito a los niños a que hagan lo mismo, que suelen hacerlo encantados. "Two-big, two-small, rec-tan-gle" suelo decir con el rectángulo, por ejemplo.
Procuro en todo el proceso, como siempre, darle un poco de humor a la cosa: poniendo cara de sorpresa al comprobar que todas las figuras tienen el mismo número de lados, "cogiendo" la figura que acabo de dibujar en el aire y "dejándola" en algun lugar cercano para que no se pierda, haciendo que me mareo al dibujar muy deprisa varios círculos en el aire siguiendo el movimiento también con la cabeza...
En esta página el zorrito me parece especialmente adorable, y los peques opinan igual :)
Y en este momento es interesante proporcionarles papel y colores para que practiquen lo que han aprendido "en el aire", realizando de paso una composición artística parecida a la del libro, ¡o incluso más bonita!
Antes de pasar a reconocer la parte más concreta de la forma geométrica, creo que es muy interesante que se trabaje la forma con el cuerpo. Todos sabemos que existen inteligencias múltiples, una de ellas la quinestésica, de manera que muchos niños interiorizarán mucho mejor estas nociones si las viven con su propio cuerpo. Probablemente casi todos, ¿verdad? Pues para ello sólo tenemos que proponer intentar realizar dicha figura con las manos, más tarde con el cuerpo, y finalmente con la participación de varias personas, en grupo. Les encanta hacer estos ejercicios, y son muy útiles para el desarrollo del pensamiento lógico si les dejamos autonomía para pensar cómo representar la forma y para organizarse. Aunque les cueste un poco, es un tiempo muy bien invertido. De paso, trabajamos también la noción de tamaño, o en mi caso el contraste entre "big" y "small". Podemos incluso hacernos fotografías para comprobar los resultados. Y qué bonito, gracias a un libro y con sólo un par de páginas, ya han dibujado en el aire, en el papel y se han movido un montón para seguir dibujando con el cuerpo...
Por fin pasamos la página y encontramos ejemplos de esa forma geométrica. Pero no os preocupéis si os parecen pocos, que yo pensaba decir a continuación que podíamos buscarlos nosotros mismos, pero se me han adelantado y ya han encontrado miles de ejemplos ellos mismos antes de que acabara de decir la frase. Estos locos bajitos son unos hachas. Pero no nos quedemos ahí, hagamos una excursión a los alrededores y busquemos la forma por todas partes, que nos sorprenderemos de la vista de águila que tienen algunos ;)
Las últimas dos páginas de cada forma las podemos dejar para más adelante, cuando estén un poco más preparados. Y además de buscar cubos, pirámides y esferas para ayudarnos en la visualización de esa tridimensionalización (¿me lo habré inventado?) de la figura geométrica de turno, no estará de más que utilicemos esas figuras en cartulina para montar nuestro propio cubo y pirámide; y puede que una pelota de plástico lisa para hacer línes circulares concéntricas y poder reconocerlas como círculos al visualizarlas desde arriba, puesto que de esta manera quedará más claro lo que se nos trata de contar mediante los dibujos, que al ser bidimensionales pueden resultar confusos.
¡Cooperación a tope!
Para trabajar los cuerpos sólidos también es posible hacerlo al revés. En general se suelen trabajar primero sobre las figuras planas, y a partir de éstas se añade una dimensión; pero hay personas que, bajo el principio de partir de lo más concreto a lo abstracto, consideran más oportuno hacer el camino contrario, puesto que en realidad, si lo pensamos, lo que encontramos en nuestro día a día y por tanto aquello que podemos observar y manipular, son objetos tridimensionales, de manera que tiene todo el sentido del mundo empezar por lo tridimensional y continuar con las figuras planas, al menos en lo que se refiere a las básicas. Así, una buena idea es, una vez se han trabajado los sólidos, embadurnar con pintura las caras de cosas con esas formas características (cajas, botes...) y estamparlas en folios o murales, de manera que salen las figuras planas que lo forman. Es, además, muy manipulativo y visual, ¿verdad?
Y como colofón, un par de preciosas ilustraciones a base de las formas geométricas que se acaban de trabajar para que los niños se entretengan reconociéndolas en cada detalle.
¿Nos atrevemos a realizar nuestra propia ilustración a base de figuras planas de colores imposibles? Sería un gran cierre para este miniproyecto, ¿verdad?
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