Existe un tipo de entrenamiento, conocido como el entrenamiento perceptivo-motriz, basado en los problemas psicolingüísticos detectados en los disléxicos a través del ITPA. La intervención se basa en la realización de actividades concretas para cada uno de los componentes afectados, los cuales se detallan a continuación:
1) Recepción auditiva: Cuando el niño presente problemas en la decodificación auditiva es necesario que el educador utilice frases cortas y pistas visuales. Algunas de las actividades que se pueden realizar son: la comprensión de cuentos leídos en voz alta; el seguimiento de instrucciones verbales; la identificación de frases absurdas; las descripciones verbales y la identificación de sonidos familiares.
2) Recepción visual: Si las dificultades se presentan en la aptitud para entender los símbolos, se le deberá ayudar con la audición. Las actividades que se pueden trabajar son: la identificación de objetos, asociando letra-sonido; la identificación de colores, letras, números y formas geométricas; localización de similitudes y diferencias; identificación de ruidos y sonidos; secuencialización y lectura comprensiva.
3) Asociación auditiva: Actividades como identificar sonidos; hacer clasificaciones lógicas; realizar predicciones sobre el final de narraciones y/o construir frases (ordenar, cerrar, completar, etc.) pueden ayudar al sujeto a relacionar las palabras habladas. Si el niño presenta problemas en este tipo de actividades, el educador puede acatar una actitud pausada, dándole tiempo, otorgándole las ayudas visuales y abstractas que necesite, trabajando con material escrito y no verbal…
4) Asociación visual: En este caso, la intervención tendría como objetivo relacionar símbolos visuales, con lo que se le podría ayudar mediante soporte auditivo. Algunas de las actividades que podrían llevarse a cabo son: la clasificación visual de objetos por diferentes criterios (colores, tamaños, formas, etc.); la identificación de dibujos incongruentes y/o la ordenación secuencial según las descripciones orales del educador.
5) Expresión verbal: Si el niño tiene problemas en la capacidad para expresar sus ideas se pueden trabajar las siguientes actividades: la lectura colectiva en pequeños grupos; las descripciones que impliquen experiencia y conocimientos del niño; la lectura comprensiva; las clasificaciones de objetos por campos semánticos; contar historias; invención de adivinanzas y/o promover la expresión de opiniones personales. Para ayudar en la realización de dichas actividades se le pueden facilitar sugerencias visuales y verbales.
6) El cierre gramatical: Algunos ejercicios que se pueden practicar para fomentar la capacidad de predicción de acontecimientos lingüísticos son: la memorización de frases y poemas cortos; la ejercitación de la comprensión de las relaciones entre palabras (opuestos, rimas, respuestas pareadas, etc.); el cierre de frase y el reconocimiento de formas correctas de las palabras.
Sheila García
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