El convencimiento, basado en lo que leo, veo y constato, me hace sospechar de que los modelos educativos en nuestro país (y en muchos otros) perpetúan metodologías que, con la tecnología, pueden ser totalmente contraproducentes. Modelos que podían haber funcionado pero que, trasladados a un uso intensivo con herramientas tecnológicas, agravan sus errores y eliminan cualquier cosa positiva que pudieran haber tenido. No existen metodologías únicas, lo que sí que existe son malos modelos metodológicos que, lo único que hacen las TIC, es amplificar.
En el siguiente gráfico aparecen algunas cuestiones que analizan la efectividad de nuevos modelos mediados por las TIC (o sin ellas) frente a metodologías (me gusta bastante más la palabra que pedagogía) que, por muy modernas que parezcan, son totalmente inefectivas. Algo que se parece mucho a lo que pasa en muchas aulas. Algo que sería bueno plantearse desterrar de las mismas.
Fuente: Atribuida a Michael Fullan
Las características que, supuestamente, habría de reunir una metodología mediada por las TIC sería la siguiente:
- Establecimiento de un aprendizaje cooperativo entre alumnos y docentes. O entre los propios docentes. Imprescindible para poder trabajar en proyectos donde participen todos. No hay nada mejor que, a pesar del voto de calidad del docente, se pueda establecer una red de colaboración eficaz entre los diferentes actores del sistema para sacar algo adelante.
- Tareas transversales (donde se engloben las diferentes asignaturas) a largo plazo. La complejidad de las mismas también debe ser elevada ya que ello exige una mayor concentración en su realización.
- Las tareas deben tener objetivos claros (¿qué pretendemos con ellas?) y definido de forma muy clara su modelo de evaluación (los alumnos necesitan saber qué y cómo evaluaremos las mismas).
- Dar a los alumnos control y gestión sobre su proceso de aprendizaje. Algo que choca con un sistema educativo basado en relacionar curso académico y edad. Una situación que deberían replantearse los que deciden sobre temas educativos. No tiene sentido establecer la equivalencia actual porque la edad no debería ser un factor a considerar en cuanto al aprendizaje (hay alumnos que aprenden algunas cuestiones antes que otros).
- Un continuo feedback y evaluación continua del trabajo realizado. Mucho esfuerzo para el docente pero un sistema de guiado muy eficaz para el alumno.
- Uso de las TIC y el resto de recursos para identificar el proceso de aprendizaje individualizado de cada alumno y, mediante su análisis, proceder a un cambio en las estrategias de enseñanza y aprendizaje (en caso que esto sea necesario). No se debe mantener una estrategia única y la misma puede (debe) variar en función de los alumnos.
Eso sí, normalmente nos encontramos con lo siguiente. Algo que se acentúa con el uso de las TIC:
- Dar demasiada autonomía al alumno. Dar autonomía es positivo. Dejar de guiar al alumnado para usar exclusivamente el sistema de evaluación sin controlar el proceso educativo, un error.
- Tareas cortas que engloben sólo una unidad didáctica o tema y que no sean transversales. Con la facilidad de comunicación que ofrecen las TIC y algunas herramientas es, pongamos cuestionable, seguir planteando el aprendizaje como el resultado de diferentes nichos trabajados sin ningún tipo de relación entre ellos (aunque, he de reconocer, que muchas veces es lo que sucede porque no hay coordinación ni ganas de trabajar en proyectos comunes en muchos centros educativos).
- Excedernos del control antes que los alumnos adquieran sus propias estructuras de aprendizaje. Cada alumno tiene una forma de aprender. Intentar que todos aprendan de la misma manera es un error.
- Inexistencia de feedback continuo y sólo analizar el proceso educativo una vez las tareas ya han sido entregadas.
- Usar las TIC exclusivamente para entregar contenido y evaluar el proceso pero no para proceder a cambios en las estrategias metodológicas.
Visto lo anterior debo reconocer que, la mayoría de usos que se dan a las TIC, sirven exclusivamente para ahondar en metodologías erróneas o convertir metodologías que no funcionaban del todo mal en un auténtico despropósito. Eso sí hay excepciones que, lamentablemente, aportan bien poco al aprendizaje global por estar realizadas en centros educativos donde la mayoría de sus miembros siguen optando por "hacer lo de siempre" con nuevas herramientas.
Como llevo tiempo dicendo... prefiero mil veces a un docente que no use las TIC y gestione bien el aula, que a uno que las use para hacer lo mismo de siempre.
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