Hoy, 16 de Abril, es el Día Mundial de la Voz. A lo largo de todo el día habrá eventos maravillosos por doquier para celebrar un día tan especial.
Mi granito de arena lo aporto en este blog.
La voz es aire. Aire que suena a música. Sentimientos que expresa nuestro cuerpo y viajan por toda una sala para comunicar aquello que queremos, y no queremos, a los que nos quieran atender, y a los que no.
La voz es emoción y, tras ella, se esconde la tristeza, al alegría y millones de sentimientos.
La voz nos delata cuando estamos tan cansados que vamos a explotar o cuando el júbilo nos llena. La voz deja claro como somos por dentro.
La voz es un instrumento musical privilegiado. Es un aparato que nuestro cuerpo construye con mimo durante la etapa embriológica y perfecciona a través del juego para que lo podamos utilizar con el mayor número de prestaciones
La voz es vibración. Os cuento un secreto. La voz fue mi primera vía de comunicación con mi hija. Desde bien pequeña, ella se acurrucaba en mi pecho mientras yo entonaba la misma canción una y otra vez. Sus primeras sonrisas acompasaban cada uno de los glisandos. Nos acostumbramos a esa comunicación donde ella lactaba cada una de las notas que yo le ofrecía. Fue creciendo y cada vez acompañaba con movimientos más complejos cada una de mis notas. Esa misma canción no le servía para dormirse, le servía para calmarse, para centrar la atención. Todo un baile de sensaciones que recibía a través de sus huesos. La voz es eso.
La voz es aquello que echamos de menos cuando nos falta y que jamás nos gustaría perderla.
Cuida tu voz. Consulta con un profesional cualificado cualquier duda o problema que te surja. El logopeda está preparado para resolver tus dudas, ofrecerte estrategias de cambio y ayudarte a localizar ese punto de comodidad en cada palabra que vocalices.
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