OTRA∃DUCACION |
Posted: 13 Apr 2016 07:39 AM PDT
Rosa María Torres
(en proceso)
El modelo escolar tradicional en Occidente no es solo un modelo de organización espacial sino un modelo pedagógico y un modelo mental de representación de la educación. Desde que se inventó la escuela, la palabra educación evoca este modo de hacer educación y esta organización espacial de la enseñanza y el aprendizaje. La educación escolar sigue siendo tomada como equivalente a educación, en general.
El modelo pedagógico que corresponde a este modelo escolar define las características del espacio, del mobiliario y del arreglo de los elementos dentro del aula (o del lugar usado para enseñar): enseñanza enciclopédica, transmisiva, 'bancaria'; aprendizaje individual, pasivo; profesor sabe, alumnos ignoran; profesor habla, alumnos escuchan; profesor parado, alumnos sentados; profesor frente al grupo, alumnos en filas mirándose entre sí las nucas. Este modelo mental se lleva a cuestas e instala incluso donde no hay escuela ni aula ni paredes, y a menudo también en edificaciones nuevas, equipadas con mobiliario vistoso y modernas tecnologías. Romper con este modelo ha probado ser, históricamente, una de las rupturas más difíciles en el terreno de la educación y de la propia innovación educativa. Modernizar el mobiliario y cambiar/flexibilizar la organización del aula pueden ayudar a modificar la pedagogía pero no aseguran por sí mismos un cambio sustantivo y profundo como el que se requiere (ver mi relato "Un aula de clase ancha, ancha" sobre una experiencia personal en Tailandia). Superar el viejo modelo pedagógico implica un golpe mayor a la cultura escolar convencional y va mucho más allá de adecentar o modernizar el entorno físico de la enseñanza. Es indispensable trabajar el cambio pedagógico con los docentes, de manera específica y sostenida, poniéndolo en el centro de su proceso de formación y capacitación. Y trabajarlo además con los estudiantes, con los padres de familia y con toda la sociedad (Ver "Campaña de Renovación Pedagógica"). Escenario 1: La vieja escuela
La vieja escuela es fácilmente reconocible hoy por su aspecto físico (incluido el color de las fotos): atuendos y porte de alumnos y profesores, mobiliario, recursos didácticos, disposición de los elementos en el aula, ambiente general. Mucho menos visible y reconocible resulta la vieja pedagogía en el contexto actual, sobre todo con los espejismos que crean nuevas construcciones y tecnologías. Entre el aula con pupitres de madera con agujero para el tintero y ranura para la pluma de fines de 1800, y el aula de las primeras décadas del 2000 puede haber, sorprendentemente, muchos menos cambios en la enseñanza y el aprendizaje que lo que sugieren los nuevos looks. El aula convencional sobrevive en sus aspectos esenciales. Aula cerrada sin contacto con el exterior, modelo pedagógico frontal, pizarrón monopolio del profesor, pupitres en fila (a menudo con valor clasificatorio-discriminatorio atribuido a la primera y la última filas: niñas y niños, 'buenos' y 'malos' alumnos, molestosos, repitentes, etc.), rigidez, formalidad. Escenario 2: La escuela del futuro Así es como artistas franceses, en 1899, imaginaron que sería la escuela en el año 2000, un siglo después. "Moderna" tecnología de enseñanza convierte los libros en material de audio (presuntamente sustituyendo incluso el rol y la voz del profesor), pero intactos el mobiliario y la organización del aula: alumnos sentados en bancos y mesas, en filas, escuchan de auriculares que cuelgan del techo. Aprendizaje rigurosamente individual. Escenario 3: Pedagogías alternativas e innovaciones en la organización escolar
Escenario 4: Viejo modelo escolar y pobreza
Para el modelo escolar tradicional, estudiar, aprender, implican sentarse y elevarse sobre el suelo. En contextos de gran pobreza, puede verse profesores y alumnos tratando de mantener el equilibrio sobre asientos endebles, muy incómodos, y tratando de escribir sobre mesas destartaladas o bien sobre los muslos. Escenario 5: La escuela al aire libre
Escenario 6: Las tecnologías en el aula
Los sistemas escolares han acogido sucesivamente diversas tecnologías. En el siglo XX fueron las máquinas de escribir, en el siglo XXI las computadoras. Estas últimas fueron incorporadas entusiastamente al modelo escolar tradicional, en espacios específicos creados para ellas o bien en las aulas, también en filas y con el mismo mobiliario, sin las adecuaciones necesarias en términos de espacio, altura y superficie de las mesas, instalaciones eléctricas, cables, etc. Laptops, netbooks y tablets han sido posteriormente integradas en muchos casos a los mismos pupitres estrechos en los que se despliegan libros y cuadernos, ocasionando previsibles y frecuentes caídas y roturas.
Escenario 8: La vieja escuela fuera de la escuela
El modelo escolar tradicional no opera solo en la escuela; se replica a lo largo y ancho del sistema escolar, incluida por supuesto la educación superior. Sigue gozando de buena salud y de buena reputación donde quiera que se hace - o pretende hacer - educación. Está enquistado en la familia. Podemos verlo en iglesias, auditorios, plazas, cárceles, hospitales, bibliotecas, centros infantiles y de la tercera edad. Se aplica a todas las edades y para todo propósito en charlas, conferencias, paneles, mesas redondas, consultas, rendiciones de cuentas, talleres, sermones, mítines. La escenografía escolar puede no estar presente, pero la coreografía es inconfundible. Textos relacionados en OTRAƎDUCACION » Arquitectura y pedagogía (compilación) |
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