Un jueves más recibimos la visita de Neska en el colegio. Todos sabíamos que esta semana nos traía un cuento nuevo para trabajar, así que estábamos impacientes por conocerlo.
Bea y Jesús fueron los encargados de ir a buscarla y de acompañarla hasta sus aulas donde la esperaban el resto de compañeros.
Una vez dentro, todos la saludaron muy contentos y Neska correspondió a sus saludos uno por uno.
Después, Agustín y Modivo recordaron a sus compañeros las normas de comportamiento en clase cuando nos visita Neska.
A continuación, comenzamos a trabajar. Para ello, los chicos pidieron a Neska que trajese al monstruo azul.
Cuando ya todos le dimos la bienvenida, le pedimos a Neska el cuento.
¡A ver que nueva aventura le sucedía!
Nuestro monstruo se encontraba en casa. Era de noche y tenía mucho sueño, así que le ayudamos a preparar su habitación. Le colocamos una camita y una lámpara y lo acostamos para que se durmiera.
"Sssssssss ¡Buenas noches!"
Entonces apagamos la luz de la lámpara y nuestro monstruo tenía miedo. Le asustaba la oscuridad. No quería apagar la luz de su lámpara. ¡Teníamos que ayudarle!
Como siempre, lo primero era calmarlo y enseñarle que todo lo que había aprendido hasta ahora en el colegio, lo podía trabajar también en su casa. Necesitábamos los números para contar y respirar, así que se los pedimos a Neska.
Con ellos formamos la serie del uno al cinco y, cuando ya la tenemos, todos juntos contamos y respiramos mientras le acariciamos la tripita al monstruo para que se calme.
Una vez relajado, teníamos que pensar un plan. Y para ello, necesitábamos que Neska nos trajese nuestro sombrero.
Con el sombrero puesto en la cabeza, se nos ocurrieron los siguientes planes que fuimos colocando sobre las alfombras de colores.
1.- Nuestro amigo podía leer un cuento, relajarse y quedarse dormido sin darse cuenta.
2.- Nuestro amigo podía abrazar un osito de peluche. Esto le haría sentirse acompañado.
3.- Nuestro amigo podía pedir ayuda a su papá.
Le pedimos ayuda a Neska para elegir uno de estos planes. Neska acudió y decidió sentarse en la alfombra que contenía la siguiente solución: nuestro amigo leería un cuento que le ayudase a olvidar su preocupación y a dormirse tranquilo.
Nuestros compañeros Agustín e Iker ayudaron a ejecutar el plan. Le dieron al monstruo azul un cuento para que leyese.
Nuestro amigo estuvo un ratito leyendo muy entretenido. Se olvidó de su miedo y así pudo apagar la luz y dormir tranquilo. ¡Una semana más lo habíamos conseguido!
¡Todos estábamos muy contentos! Pero lo celebramos bajito, para que nuestro amigo no se despertase.
Ahora era el momento de recompensar a Neska con un poquito de agua y unas chuches por lo bien que había trabajado.
Como cada sesión, continuamos lavándonos las manos con ayuda de nuestras auxiliares y valorando cómo nos habíamos comportado.
Para finalizar, despedimos a Neska y a Jesús con una canción. ¡Hasta la próxima semana!
Y, como ya sabéis, por la tarde continuamos trabajando en el aula con nuestras maestras.
Con ayuda de iPad recordamos el cuento.
En la tele táctil, realizamos actividades de secuenciación temporal de la historia y de identificación de las emociones de nuestro amigo en diferentes escenas del cuento.
Y, para terminar, realizamos fichas de recuerdo y refuerzo de lo que hemos trabajado.
¡Os esperamos la próxima semana! ¡Adios, adios!
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