Los metales son un tipo de elementos químicos, ampliamente distribuidos en la naturaleza. Metales son el sodio y el potasio, esenciales para la vida y responsables del funcionamiento del sistema nervioso. No obstante pensamos normalmente en otros elementos metálicos como el hierro, esencial para la actividad de la hemoglobina; el zinc, necesario para la producción de la insulina; o el cobre, que interviene en la formación de glóbulos rojos y el mantenimiento de los vasos sanguíneos, nervios, sistema inmunitario y huesos. Muchos de los metales son esenciales pero en concentraciones bajas, un exceso de metales puede causar problemas de toxicidad. También hay metales que son fundamentalmente tóxicos como el mercurio, el plomo, el cadmio o el arsénico. A menudo se incluyen también cuando se habla de contaminación por metales pesados otros elementos tóxicos más ligeros como el berilio o el aluminio.
Algunas empresas han afirmado, sin aportar pruebas, que existe una correlación entre la gravedad de los síntomas del trastorno del espectro autista con los niveles de metales en circulación o almacenados en el organismo. A eso añaden, de nuevo sin pruebas objetivas, que la excreción de esos metales pesados, mediante el uso de agentes quelantes, consigue mejorar esos síntomas. Los quelantes son sustancias que forman complejos con iones de metales pesados y ayudan a su eliminación. A estos complejos se los conoce como quelatos, palabra que proviene de la palabra griega «chele» que significa «pinza» o «garra», porque las moléculas quelantes recuerdan a veces a un cangrejo.
La terapia de quelación está ampliamente distribuida y se calcula que medio millón de niños son sometidos a esta práctica solo en los EEUU. Brent comentaba en su artículo sobre el abuso de la terapia de quelación que los datos sobre un supuesto exceso de metales pesados en niños con TEA venían de un grupo de laboratorios que hacía una agresiva propaganda en internet y que se basaba en estudios de muy baja calidad, a menudo publicados en revistas sin ningún prestigio o por grupos con conflictos de intereses. La pela es la pela.
Las empresas que se dedican al negocio de la quelación suelen utilizar muestras de pelo o de orina. Ocultan maliciosamente que para muchos metales no hay un rango validado de qué concentraciones son fisiológicas, incurren frecuentemente en contaminación de las muestras, algo muy común en las muestras de pelo, y comparan de forma torticera los valores en orina después de aplicar un agente quelante con los de orina sin ningún tratamiento. Es bochornoso que las mismas empresas que venden los quelantes hagan los análisis y, por supuesto, "demuestren" la eficacia de su seudotratamiento. El American College of Medical Toxicology ha condenado públicamente el uso de estas muestras para la valoración de toxicidad por metales o concentración corporal de metales.
Un estudio Cochrane ha investigado los efectos de la terapia de quelación en los trastornos del espectro autista. Las redes Cochrane son grupos de científicos, profesionales y pacientes que valoran la información disponible sobre tratamientos. Para ello han revisado las principales bases de datos de biomedicina incluyendo CENTRAL, Ovid MEDLINE, Ovid MEDLINE In-Process, Embase, PsycINFO, Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (CINAHL) y otras quince más, incluyendo tres registros de ensayos clínicos. Además, revisaron las listas de referencias y contactaron con expertos, centrándose en estudios que comparasen el uso de un quelante y el uso de un placebo en personas con TEA.
Nueve estudios fueron excluidos pues no se trataba de ensayos aleatorios o habían sido finalizados antes del reclutamiento de voluntarios por los malos resultados en las fases iniciales. Los autores valoraron un estudio que se realizó en dos fases. Durante la primera, 77 niños con TEA fueron asignados al azar para recibir durante siete días glutatión o un placebo, seguido por tres días de ácido dimercaptosuccínico (DMSA) por vía oral. En esta primera fase se encontró que 49 niños excretaban cantidades significativas de metales pesados y pasaron a fase dos donde recibían el DMSA por vía oral durante tres días o placebo, seguido por 11 días sin tratamiento y el ciclo se repetía hasta seis veces. La conclusión fue que
no había evidencias de que múltiples ciclos del agente quelante mejoren los síntomas del TEA en los niños.
Los autores añadían que puesto que hay datos previos de serios efectos secundarios tales como hipocalcemia, daño renal e incluso muerte, los riesgos del uso de la quelación superan con mucho los posibles beneficios, que de hecho no aparecen. Antes de que se hagan más ensayos clínicos es necesario tener evidencias que demuestren que hay un vínculo causal entre los metales pesados y el autismo y métodos que aseguren la seguridad de los niños o adultos que participen en estos estudios. Al día de hoy no hay ningún estudio de calidad que recomiende dar un quelante a un niño con TEA.
Para leer más:
- Brent J (2013) Commentary on the abuse of metal chelation therapy in patients with autism spectrum disorders. J Med Toxicol 9(4): 370-372.
- James S, Stevenson SW, Silove N, Williams K (2015) Chelation for autism spectrum disorder (ASD). Cochrane Database Syst Rev 5: CD010766.
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