Otro blog que analiza la última canallada de la liberada política que tenemos por Consejera de Educación:
En torno al informe sobre las pruebas a maestros y la selección de interinos en Madrid
1. Escarnio, manipulación y estrategia
El día 14 de marzo de 2013, la Comunidad de Madrid difunde notas de prensa y convoca a los medios de comunicación para exponer los cambios que prevé aprobar por decreto para la selección de maestros interinos.
Como ni los sindicatos más afines han aceptado acuerdo alguno que sustituya al denunciado por la Consejería de Educación, como ya se ha visto en qué consiste la gestión del gobierno de Madrid en lo referente al trato que recibe el profesorado y a la enseñanza pública en general, y como la contestación a los graves recortes en educación fue importante en el curso pasado, era necesario preparar un golpe espectacular que desmotivara y desmoralizara todavía más al profesorado para que no protestara ni se movilizara, para que sufriera un importante desprestigio social y poder así cambiar todas las reglas del juego que vengan bien al objetivo de desmantelar la enseñanza pública universal y convertirla en subsidiaria de la privada, allí donde no sea negocio económico o ideológico. Y así la Consejería de Educación saca a la luz un informe sobre resultados obtenidos hace dos años, no firmado (¿por vergüenza?), que desprestigia y desmoraliza a los interinos, que por su experiencia podrían representar un mayor obstáculo para sus intereses ideológicos o políticos y, de paso, al conjunto de los docentes.
Nada más certero y, por otra parte, más insidioso que disparar directamente donde más duele a un profesional, a su línea de flotación: cuestionar su capacidad para ejercer su profesión. Dudar sobre el conocimiento del profesorado es lo mismo que poner en tela de juicio la capacidad del conjunto de los médicos para tratar enfermedades. Si bien se sabe que simplemente se trata de una prueba a aspirantes a maestro, la asechanza con la que se han presentado y la alarma social claramente pretendida no son sino parte de una estrategia desmovilizadora. Así podrán recortar en educación sin que los que más saben sobre ella (más que la consejera. Figar, sin duda) encuentren el ánimo y la energía para rebatir y contrarrestar sus propuestas o medidas.
Los datos y el espectáculo
En la página web de la Comunidad de Madrid, en la pestaña "Prensa", "notas de prensa" y seleccionando el día 14 de marzo, se encuentran los documentos que recogen los datos manejados y sus interpretaciones. Son tres documentos en pdf y uno sonoro en el que se oye la engolada voz de la consejera Figar informando del asunto.
Según las cifras que figuran en los documentos y que dan pie al espectáculo "Asecha al maestro", el 86% de los presentados a la oposición al cuerpo de maestros de 2011 no supera una prueba de conocimientos que consideran básicos. Si analizamos las pruebas y las respuestas posibles así como los datos estadísticos, cabe realizar las siguientes preguntas:
- ¿Quién y cómo ha elaborado el informe?
En los documentos no figuran ni firmas ni identificadores salvo el de la Oficina de comunicación de la Comunidad de Madrid. La Sra. Figar indica en su alocución que ha sido elaborado por la Inspección. ¿Dónde está el informe completo si es que existe y qué unidad de la Inspección lo ha elaborado? ¿O sea trata de un informe interno del que se hacen extractos interesados y manipulados?
Tampoco se sabe si se ha realizado una muestra o se han tratado todos los datos. Además, muchos de estos datos se tienen que haber obtenido de documentos confidenciales. ¿Es legal tal publicación?
- ¿Por qué ahora? ¿Por qué se han tardado dos años en publicar esta información?
Evidentemente son razones puramente estratégicas. Este año se convocan oposiciones para maestros. Preparan los medios tácticos para eliminar profesorado, especialmente el profesorado que sabe por experiencia cómo funcionan los centros y que podría movilizarse con conocimiento de causa además de saber reclamar sus derechos adquiridos.
- ¿Por qué se mezclan los criterios para la contratación de interinos con los resultados de algunas pruebas de unas oposiciones a las que se presenta una inmensa mayoría de aspirantes que nunca han sido interinos?
Dado que no se exponen todos los datos sino los que conviene, se cae en la típica manipulación cocinada con ingredientes de estadística aderezada de concreción. Se ofrecen datos sobre el número total de presentados (14.000), el número de los que aprobaron la convocatoria y no tenían antigüedad suficiente para obtener trabajo (336), el número de los que aprobaron la prueba eliminatoria (1.911), el de interinos que no superaron la prueba (¿la general o la eliminatoria?) (3.857), se mezcla todo bien, se bate y conclusión: no hay que tener en cuenta la experiencia y todos los aspirantes, licenciados en magisterio, son unos mantas. No se dice nada del dato comparativo en los resultados globales de los interinos con el resto de los presentados (cuántos interinos aprobaron, cuántos tampoco obtuvieron puesto de trabajo, cuántos aspirantes se desesperaron y mandaron todo a la… contestando para epatar –las fundas de las gafas se regalan-). Y, por cierto, ¿Cuántos de los que no superaron la prueba inicial fueron contratados por los centros concertados y privados?
Por si esto fuera poco, se mezclan los resultados generales con datos concretos sobre errores, a modo de "Antología del disparate". Todos los profesores nos hemos desgañitado para que nuestros alumnos no confundan la anécdota con la categoría. Pues bien, los responsables de Educación de Madrid hacen lo mismo que los malos alumnos y dan ejemplos para establecer conclusiones generales.
- ¿Qué significado tiene una prueba de cultura general?
Al mostrar la prueba eliminatoria y los criterios que han empleado para su evaluación, no puedo dejar de caer en la tentación de retar a cualquier colectivo, el que se considere de mayor conocimiento general y más culto del mundo a superar una prueba de este tipo. Téngase en cuenta que las preguntas no versan sobre un temario o contenido concreto. Cualquier cosa que esté en un libro escolar de cualquier nivel de primaria puede caer. Por eso se hacen pruebas de este tipo para muchas convocatorias de empleo. Siempre suponen una criba. Utilizar el resultado para argumentar un cambio de norma es una artimaña no exenta de taimería.
¿Tan poco seguros están de las razones objetivas del cambio que proponen, que han de recurrir a este tipo de argumentos torticeros que dañan a toda una profesión?
La manipulación de los datos y el escarnio que supone publicar ejemplos vergonzantes solo se puede explicar en el marco de una estrategia de desprestigio del profesorado y, por ende, de la enseñanza pública.
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