martes, 4 de noviembre de 2014

Niñas princesas


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Entrada nueva en InnovArte Educación Infantil Español

Niñas princesas

by Ángeles Abelleira e Isabel Abelleira
En la reunión final del curso pasado y en la de inicio del presente, dediqué un espacio de tiempo a reflexionar con las familias sobre un hecho que me estaba/está llamando profundamente mi atención y que me llena de preocupación: la proliferación de las "niñas princesas"; denomino de este modo la moda de que las pequeñas lleven las uñas pintadas, collares, pulseras, diademas–corona, ropa interior y exterior que se asemeja a la de las adultas, etc. Habrá quien piense que no es más que una moda temporal o un gusto normal por lo llamativo, sin más importancia que la "coquetería" de las niñas o de la intención de emular a las chicas mayores. Yo, sin animo alarmista ni timorato, no lo veo así, me parece un anuncio y un síntoma de la pérdida de los derechos de la mujer; una de las consecuencias más palpables de la imposición de modelos femeninos no respetuosos por parte de la publicidad, de los medios y de la sociedad de consumo; las no visibles ya se verán.
Hay quien piensa que soy una exagerada. No lo creo. Sea por deseo de las niñas o por gusto de las madres, se están transmitiendo unos mensajes que ellas adoptan como normales desde bien crías. Maquillajes, peinados, zapatos de tacón, desfiles de moda o combinar accesorios nunca fueron preocupaciones de las niñas de infantil, ahora sí. Y esto no es normal, aunque lo hagan las hijas de las famosas de la prensa rosa.
En la clase ya suscita problemas. Llega una pequeña de esa guisa y, de inmediato, todas las demás, enloquecen por tener lo mismo, máxime cuando dicen que es de "chicas mayores". A continuación se establece un juego perverso entre las pequeñas en el que excluyen a las que no tienen cosas bonitas (brillos y adornos), y cómo no a sus compañeros niños, porque ya diferencian lo que es "cosas de chicas y cosas de chicos". Estamos a hablando de crías de 4 y 5 años. Qué quieren que les diga; que no me parece algo admisible en una escuela en la que tratamos de educar en igualdad, y que me llena de tristeza que unas series infantiles y unos modelo femeninos no adecuados echen por tierra lo que hace años fue una conquista. Y aun más triste es que haya quien no preste atención a este peligro o que lo tome como "cosas de crías".
En mi aula, explicadas a las familias esas vertientes de lo que para muchos no es más que un entretenimiento lógico, normal y natural de las niñas, "de por sí más coquetas" que los niños, coincidieron conmigo en que era algo que deberíamos evitar. No las hubo, pero podría haber reticencias, llegado ese punto, así lo expuse en una reunión de equipo, serían los centros los que tendrían que adoptar algún tipo de medidas, pero, ahí la cosa es complicada porque, hasta dónde llegan las normas escolares y hasta dónde los derechos de las familias. Mejor será lograrlo desde la comprensión, argumentando y haciéndolos reflexionar sobre las consecuencias futuras de algo -inicialmente- tan banal.
Los medios de comunicación también empiezan a hacerse eco de esta moda, así lo resumen en este vídeo, titulado "Ocio sexista que no ayuda a fomentar la igualdad". Sería bueno que tomaran nota y dieran ejemplo, porque, ciertamente, no sabemos dónde está o para dónde mira el comité de supervisión de contenidos infantiles, ya que la vulneración de los derechos de la infancia es flagrante y continuo en las emisiones de los distintos canales televisivos, dentro y fuera de la franja horaria infantil.
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